
«Olé olé, olé olá… cuánto les falta, para entender… que no fue magia, lo conduce una mujer». El canto de la gente reunida bajo el ya mítico balcón de San Jose 1111 aparece entre gritos que se repiten: «Gracias». «Te amamos». «Fuerza». En el día en el que se dictó la condena a los autores materiales más inmediatos del intento de magnicidio en su contra -y la absolución de uno de los imputados-, Cristina Kirchner recibió el apoyo de la gente que fue a saludarla, demostraciones de afecto que llevaban implícito el repudio a la actuación judicial. Salió al balcón a devolver ese cariño, saludó, dibujó corazones, les hizo saber a los chicos alzados a upa que los estaba viendo, acompañó los cantos con la mano en alto. Y mostró el regalo especial que recibió: una Virgen de Luján que un grupo de jóvenes llevó a la peregrinación -a lo largo de sus 60 kilómetros y las dieciséis horas promedio que lleva completarla-, hizo bendecir y trajo para ella.
Fue Mayra Mendoza, quien tiene autorización judicial para visitar a la expresidenta, la encargada de subir a llevarle la imagen religiosa que los jóvenes trajeron. “En el día de una condena injusta por su atentando, la virgen que la cuidó ese día, la que peregrinó a Luján desde Quilmes, llegó a sus manos y está en San José 1111 con ella”, señaló la intendenta de Quilmes.
Le contó a Página/12 que en el encuentro breve que mantuvieron se mostró preocupada por lo que está haciendo Caputo en Estados Unidos y por la situación en general del país. Pudo darle también una carta que algunos de los jóvenes prepararon para la expresidenta. La virgen quedó en una repisa, junto a otras que tiene en el departamento de Constitución la expresidenta, quien siempre se ha manifestado muy creyente y devota en particular de la virgen de Luján, y ha repetido que considera un milagro, una intersección de la virgen para protegerla, el modo fortuito en que se salvó de morir aquel día del atentado.
La intendenta le también mostró un video que grabó abajo, un modo de acercar la palabra de esos jóvenes de distintas organizaciones de la juventud peronista (Peronismo Militante, La Cámpora). «Nosotros peregrinamos a Luján especialmente para pedir por Cristina, y no es la primera vez. Pedimos para que tenga fuerzas en este momento. Somos militantes y tenemos fe. La política es el mayor acto de fe», le dicen a Página/12.
El ágora de Constitución
Lo que se escucha debajo del balcón de Cristina es una conversación constante, un ágora improvisada que discurre sobre política, economía, y en particular sobre el poder judicial. Muchos y muchas se conocen ya de otros «acampes» en este mismo lugar, en distintas ocasiones. «Cómo no vamos a estar bancando a Cristina esta y todas las veces, es lo menos que podemos hacer. Además hoy es el cumpleaños del Pocho, hacemos 2 x 1», dice Amanda, docente jubilada. Son muchos los que recuerdan que hoy Juan Domingo Perón cumpliría 130 añosy en un momento hasta le cantan el feliz cumpleaños al ritmo de la marchita.
Un grupo de estudiantes de la cercana Facultad de Ciencias Sociales de la UBA habla de la «condena injusta» del día y concluye: «Nadie cree en la justicia en la Argentina. Y los jóvenes, menos. Es todo demasiado evidente y demasiado grotesco. da asco«.
En la esquina no hay semáforo y no se corta el tránsito, los autos pasan despacio a medida que la gente se va juntando en cada esquina; muchos tocan bocina y levantan los dedos en V. En el antiguo bar que queda enfrente de la casa de Cristina Kirchner, un televisor gigante transmite Imágenes de la represión a la marcha de los jubilados.otra vez.
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