
En la última década, los altos funcionarios de Harvard y Yale explotaron acusaciones de racismo sistémico en el país y en sus instituciones para rehacer la erudición y la enseñanza en sus universidades. Sin embargo, recientemente han esquivado y atacado frente a cargos bien documentados de antisemitismo, discriminación racial, censura, homogeneidad del punto de vista y planes de estudio politizados. Esto sugiere que los administradores y la facultad de Harvard y Yale dudan de que tales dolencias son dolencias o, si son dolencias, que afectan la educación o, si las dolencias que perjudican la educación, justifican arriesgar su comodidad y …




