
Turismo en Portugal comenzó a desarrollarse a finales de la década de 1950, centrándose inicialmente en destinos clave como Costa del Algarve, Lisboay el centro religioso de Fátima. Este enfoque hizo que el turismo fuera en gran medida una actividad costera. Sin embargo, el rápido crecimiento y la infraestructura sobrecargada en estas áreas provocaron una saturación y una crisis en el sector. Para abordar esto, se hicieron esfuerzos para promover destinos alternativos, apelando a una nueva ola de turistas que buscan más sostenibleauténtico y localmente inmersivo experiencias.
En este contexto, El turismo rural se ha convertido en una estrategia vital para diversificar la oferta turística de Portugal e impulsar el desarrollo socioeconómico de las regiones del interior. Ahora reconocido como uno de los sectores más prometedores en las zonas rurales, desempeña un papel crucial en la revitalización de las comunidades locales. Respaldado por políticas de desarrollo territorial y rural, el turismo rural también se ha beneficiado de financiación a través de iniciativas comunitarias y otras estrategias centradas en el crecimiento sostenible.





