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En la Generalitat esperaban pasar la página del calendario y tener ya la empresa mixta de Rodalies constituida, pero no será así. Llega la fecha que habían comprometidoel 1 de enero del 2026, y Rodalies de Catalunya SA no existe todavía. Aunque el horrible del trabajo está hecho, no se ha llegado a tiempo para formalizar la creación de la nueva operadora mixta, con la correspondiente constitución formal y la inscripción en el registro mercantil.
Durante los últimos meses se ha trabajado a nivel técnico y jurídico en dar forma a la arquitectura de la nueva sociedad, que tendrá sede en Barcelona (en un lugar aún por determinar), un capital social de 2 millones de euros y un reparto de la estructura accionarial del 50,1% para Renfe y del 49,9% para la Generalitat. El Consejo de Ministros y el Consell Executiu ya validaron el acuerdo en verano y solo faltaba formalizar el acuerdo antes de acabar el año, una meta repetida varias veces que no han cumplido alcanzando.
Fuentes del gobierno catalán aseguran que “es una cuestión de agenda” y que será a lo largo del mes de enero cuando se firmará la constitución de la nueva empresa en un acto al que se le quiere dar toda la pompa con el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el ministro de Transportes, Óscar Puente.
Un consejo de administración con directivos de Renfe y políticos de ERC
Para ese día se espera que también se den a conocer a los integrantes del consejo de administración, que serán cuatro escogidos por Renfe y cinco por la Generalitat, entre los cuales se encontrará el presidente. Renfe pondrá a directivos de la compañía con responsabilidad ejecutiva, mientras que la parte catalana será más variopinta. En una entrevista en la agencia ACN, la consellera de Territorio, Sílvia Paneque, aseguró este lunes que ya tienen los nombres escogidos, aunque todavía no se han hecho públicos. Fuentes cercanas a la selección aseguran que la lista de consejeros catalanes va mucho más allá del sector ferroviario.
Uno de esos consejeros será propuesto por ERC y el nombre del presidente también deberá recibir la bendición de los republicanos ya que todo esto es consecuencia del acuerdo de investidura que alcanzaron PSC y ERC para hacer presidente a Illa hace un año y medio. De hecho, la urgencia por constituir la compañía antes del 1 de enero del 2026 respondía a los plazos marcados por los republicanos más que a otra cosa.
En paralelo, se ha estado buscando durante los últimos meses un director general que se ponga al frente de la nueva empresa. Es una figura técnica determinante y la Generalitat ha dejado en manos de una empresa de cazatalentos su fichaje, que está costando más de lo esperado. Altos directivos que han sido sondeados y lo han rechazado consideran que el puesto no es precisamente atractivo para profesionales que ya tengan una carrera en el sector, tanto público como privado, ya que supone empezar de cero, sin estructura y con más que probables injerencias políticas. Los primeros meses serán de puro papeleo y de trámites para conseguir la licencia ferroviaria. Hasta entonces, la empresa mixta no podrá operar.
La asunción de competencias de la línea del Maresme por parte de la Generalitat está todavía más verde
Al margen de la empresa mixta, también se esperaba para el 1 de enero el traspaso de la infraestructura de la línea R1 entre Barcelona y Mataró. Es otro aspecto que también va con retraso y que cuando se materialice tampoco cambiará nada para los viajeros. Llegado el día, para el que no hay fecha, se hará un encargo al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) actual para que asuma las competencias hasta que la Generalitat, mediante Ifercat, disponga de la estructura necesaria y pueda hacerse responsable de las vías, las estaciones y el resto de instalaciones de la línea.




