El director general de la BBC, Tim Davie, en las oficinas del Servicio Mundial de la BBC en Londres, el jueves 28 de abril de 2022.
Hannah McKay/Pool Reuters
ocultar título
alternar título
Hannah McKay/Pool Reuters
LONDRES – El director de la BBC y el principal ejecutivo de noticias de la emisora británica dimitieron el domingo tras las críticas a la forma en que la organización editó un discurso del presidente estadounidense Donald Trump.
La BBC dijo que el director general Tim Davie y la directora ejecutiva de noticias, Deborah Turness, habían decidido abandonar la corporación.
La emisora pública británica ha sido criticada por editar un discurso que Trump pronunció el 6 de enero de 2021, antes de que los manifestantes atacaran el Capitolio en Washington.
Los críticos dijeron que la forma en que se editó el discurso para un documental de la BBC el año pasado fue engañosa y eliminaron una sección en la que Trump decía que quería que sus seguidores se manifestaran pacíficamente.
En una carta al personal, Davie dijo que dejar el trabajo después de cinco años «es enteramente mi decisión».
«En general, la BBC está funcionando bien, pero se han cometido algunos errores y, como director general, tengo que asumir la responsabilidad final», dijo Davie.
Dijo que estaba «trabajando en los tiempos exactos con la Junta para permitir una transición ordenada hacia un sucesor en los próximos meses».
Turness dijo que la controversia sobre el documental de Trump «ha llegado a un punto en el que está causando daño a la BBC, una institución que amo. Como director ejecutivo de BBC News and Current Affairs, la responsabilidad es mía».
«En la vida pública, los líderes deben rendir cuentas plenamente y es por eso que dimitiré», dijo en una nota al personal. «Aunque se han cometido errores, quiero dejar absolutamente claro que las recientes acusaciones de que BBC News tiene un sesgo institucional son erróneas».
La presión sobre los altos ejecutivos de la emisora ha ido en aumento desde que el periódico Daily Telegraph publicó partes de un expediente elaborado por Michael Prescott, que había sido contratado para asesorar a la BBC sobre normas y directrices.
Además de la edición de Trump, criticaba la cobertura de la BBC sobre cuestiones transgénero y planteaba preocupaciones sobre el sesgo antiisraelí en el servicio árabe de la BBC.
La BBC enfrenta un mayor escrutinio que otras emisoras –y críticas de sus rivales comerciales– debido a su condición de institución nacional financiada mediante una tarifa de licencia anual de 174,50 libras (230 dólares) pagada por todos los hogares que tienen un televisor.
También está obligado por los términos de sus estatutos a ser imparcial en su producción, y los críticos se apresuran a señalar cuando creen que ha fracasado.




