Conocido como el “Glaciar del Juicio Final”, el Glaciar Thwaites en la Antártida Es uno de los glaciares que cambia más rápidamente en la Tierra, y su evolución futura es una de las mayores incógnitas cuando se trata de predecir el aumento global del nivel del mar.
La plataforma de hielo oriental del glaciar Thwaites está sostenida en su extremo norte por una cresta del fondo del océano. Sin embargo, durante las últimas dos décadas, las grietas en los tramos superiores del glaciar han aumentado rápidamente, debilitando su estabilidad estructural. un nuevo estudiar elaborado por la Colaboración Internacional sobre el Glaciar Thwaites (ITGC) presenta un registro detallado de este proceso de colapso gradual.
Investigadores del Centro de Ciencias y Observación de la Tierra de la Universidad de Manitoba, Canadá, analizaron datos de observación de 2002 a 2022 para rastrear la formación y propagación de grietas en la zona de corte de la plataforma de hielo. Descubrieron que a medida que las grietas crecían, la conexión entre la plataforma de hielo y la dorsal en medio del océano se debilitó, acelerando el flujo de hielo aguas arriba.
La grieta en la plataforma de hielo se ensancha en dos etapas
El estudio revela que el debilitamiento de la plataforma de hielo se produjo en cuatro fases distintas, y el crecimiento de las grietas se produjo en dos etapas. En la primera fase, aparecieron largas grietas a lo largo del flujo de hielo, que se extendieron gradualmente hacia el este. Algunos superaban los 8 km de longitud y abarcaban toda la plataforma. En la segunda fase surgieron numerosas grietas cortas de flujo cruzado, de menos de 2 km de longitud, que duplicaron la longitud total de las fisuras.
El análisis de imágenes satelitales mostró que la longitud total de las grietas aumentó de unos 165 km en 2002 a aproximadamente 336 km en 2021. Mientras tanto, la longitud promedio de cada grieta disminuyó de 3,2 km a 1,5 km, con un aumento notable en las grietas pequeñas. Estos cambios reflejan un cambio significativo en el estado de tensión de la plataforma de hielo, es decir, en la interacción de fuerzas dentro de su estructura.
Entre 2002 y 2006, la plataforma de hielo se aceleró al ser arrastrada por corrientes cercanas de rápido movimiento, generando una tensión de compresión en el punto de anclaje, que inicialmente estabilizó la plataforma. Después de 2007, la zona de cizallamiento entre la plataforma y la lengua de hielo occidental colapsó. La tensión se concentró alrededor del punto de anclaje, provocando la formación de grandes grietas.
Desde 2017, estas grietas han penetrado completamente la plataforma de hielo, cortando la conexión con el anclaje. Según los investigadores, esto se ha acelerado el flujo ascendente de hielo y convirtió el fondeadero en un factor desestabilizador.
Colapso del bucle de retroalimentación
Uno de los hallazgos más significativos del estudio es la existencia de un circuito de retroalimentación: las grietas aceleran el flujo de hielo y, a su vez, este aumento de velocidad genera nuevas grietas. Este proceso quedó claramente registrado por los dispositivos GPS que el equipo desplegó en la plataforma de hielo entre 2020 y 2022.
Durante el invierno de 2020, la propagación ascendente de cambios estructurales en la zona de cizalla fue particularmente evidente. Estos cambios avanzaron a un ritmo de aproximadamente 55 kilómetros por año dentro de la plataforma de hielo, lo que demuestra que el colapso estructural en la zona de corte impacta directamente el flujo de hielo aguas arriba.




