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Los científicos dicen que la mitad norte de la Tierra se está oscureciendo más rápido que el sur, reflejando menos luz solar hacia el espacio y absorbiendo más energía solar.
Un nuevo estudio basado en más de dos décadas de datos satelitales muestra este pequeño pero constante cambio en el equilibrio energético del planeta.
Los investigadores señalan que el aire más limpio, el derretimiento del hielo y los cambios pequeños pero significativos en las nubes son los principales impulsores de este cambio.
Radiación de onda corta y onda larga.
Øivind Hodnebrog, investigador principal del Centro Internacional de Investigación Climática de Noruega (CICERO), dijo que los hallazgos indican que ha habido un cambio en la cantidad de radiación solar que ingresa versus el calor irradiado hacia el espacio.
«Lo que encontramos en este artículo es que está aumentando más en el hemisferio norte que en el hemisferio sur», dijo.
El núcleo del proceso es el equilibrio entre la radiación de onda corta y la radiación de onda larga. La radiación de onda corta proviene del Sol: luz visible y ultravioleta que llega a la superficie de la Tierra. Parte de ella se refleja directamente hacia el espacio por las nubes, el hielo y otras superficies brillantes.
«Y la radiación de onda larga es la que emite el sistema terrestre», afirmó Hodnebrog. «Por lo tanto, el aumento de la radiación solar absorbida significa un oscurecimiento de la Tierra**».**
Entonces, ¿por qué la Tierra se vuelve más oscura desde el espacio?
Los investigadores dijeron que varios factores están impulsando el cambio. Uno de los más importantes es un aire más limpio.
Hace décadas, los cielos de Europa, América del Norte y China estaban llenos de aerosoles reflectantes: partículas diminutas que devolvían la luz solar al espacio. A medida que esos contaminantes han disminuido debido a mayores esfuerzos para controlar el cambio climático, también lo ha hecho la capacidad del planeta para desviar los rayos del sol.
«Cuando se eliminan estas partículas reflectantes, se absorbe una mayor cantidad de luz solar. No sólo reflejan la luz solar, sino que también afectan a las nubes», dijo Hodnebrog.
«Entonces, cuando hay contaminación por aerosoles, las nubes se vuelven más brillantes, lo que conduce a un enfriamiento. Y nuevamente, cuando se limpian los aerosoles, las nubes también se vuelven más oscuras, y ese es un efecto importante», añadió.
El aire más limpio también cambia la forma en que se forman las nubes, volviéndolas un poco más oscuras y menos reflectantes.
Mientras tanto, el derretimiento del hielo marino y la nieve del Ártico están exponiendo superficies oceánicas y terrestres más oscuras que absorben aún más calor.
Los investigadores dicen que esta tendencia al oscurecimiento puede no ser permanente. La forma en que evolucione dependerá de las futuras emisiones de gases de efecto invernadero, los niveles de contaminación por aerosoles y cómo responda el sistema climático al calor adicional.




