
El PP apuntó tras las elecciones de 2023 al Senado en su lista de armas contra el Gobierno de Pedro Sánchez. El partido de Alberto Núñez Feijóo ejerce un control total de la Cámara Alta gracias a su mayoría absoluta. En la presente legislatura, el PP ha modificado hasta cuatro veces el Reglamento de la institución para ajustarlo a sus necesidades partidistas, ha utilizado las comisiones de investigación a su antojo, ha intentado bloquear o enmendar la aprobación de leyes como la de amnistía o la de movilidad sostenible. Y ha abierto una docena de enfrentamientos jurídicos con otros organismos institucionales. De momento, no ha ganado ninguno.
El objetivo del PP con el uso de la Cámara presidida por Pedro Rollán está claro: golpear al Gobierno. El Ejecutivo ha estado efectivamente en la diana de los conflictos de atribuciones planteados por la Cámara Alta, bien directamente o bien a través del Congreso. Dichos conflictos implican la denuncia de un supuesto incumplimiento de alguna obligación por parte de la otra cámara de las Cortes o por el Gobierno.




