La película (que se puede transmitir en MAX), aunque aburrida, trata sobre una recién graduada de Northwestern (Julia Garner) que consigue un trabajo como recepcionista y termina haciendo de todo, desde ordenar la oficina de su jefe hasta atender En brazos al bebé de alguien que entra a la oficina. Cuando va a denunciar lo que considera una violación ética por parte de su jefe, su caso es tratado de la manera más paternalista por el jefe del departamento de reclamaciones de la empresa, que de repente la insulta de la manera más degradante. Pero el punto culminante de todo es la última escena en la que llama a su padre y le dice lo orgullosos que están él y su madre de que ella haya conseguido un trabajo tan prometedor. Cuando le dice a su padre que es mucho trabajo duro y estrés, él dice que siempre es así al principio, pero que a medida que pasa el tiempo mejorará. POSIBILIDAD DE GRASA.
Lo que la película omite es que el costo de la educación universitaria desde la década de 1980, teniendo en cuenta la inflación, ha aumentado un 129% y que el estudiante promedio se gradúa de la universidad con una deuda de 37.000 dólares. Combine eso con los trabajos sin futuro que esperan a muchos profesionales y que más médicos son empleados corporativos que en el pasado y que la mayoría de los profesores universitarios tienen puestos no permanentes, y uno puede llegar fácilmente a la conclusión de que el sueño americano se ha convertido en un mito incondicional. .





