¿Alguna vez te has preguntado por qué a veces? te salen granitos en la cara o en el cuerpo sin razón aparente? Sí que no, no es tu skincare, el estrés, la ansiedad y no, tampoco tus hormonas. Hay un muy mal hábito que tenemos muy normalizado en cuanto a higiene que necesitas dejar de hacer ya.
Y es que, a ver, no pretendemos hacerte sentir mal por tus hábitos, sino hacernos más conscientes de ellos. Solemos gastar muchísimo dinero en productos, rutinas y tratamientos para tener una piel sin granitos, más limpia o sana, cuando muchas veces. El problema no está en lo que ponemos sobre la piel, sino en lo que pasa a su alrededor.. A veces, cuidar tu piel no se trata de comprar más, sino de ser más cuidadoso con algo tan simple como lo que haces en el baño.
El verdadero culpable de los granitos que te salen sin razón

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Cada vez que bajas la palanca del inodoro sin cerrar la tapase libera lo que los expertos llaman aerosolización fecal: pequeña gotas que contienen bacterias y residuos que pueden salir disparadas hasta más de un metro de altura. Y si tú también te lo preguntas, sí, literalmente, el agua del inodoro puede llegar hasta donde guardas tu cepillo de dientes, tus toallas o tus productos para la piel.
Y si el baño es pequeño o poco ventilado, las posibilidades de que esos microgotas se depositen sobre tu piel o tus cosas aumentan enormemente.

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Los dermatólogos lo tienen claro: cerrar la tapa antes de jalar la cadena no es manía, es salud. Además, mantener los productos de cuidado de la piel lejos del inodoro y ventilar el baño puede reducir la cantidad de bacterias en el aire.
Aunque no siempre representa un riesgo grave, Esas partículas pueden generar irritaciones, granitos o brotes si tienes piel sensible, acné inflamado o usas productos que dejan la barrera cutánea más expuesta. (como exfoliantes o ácidos). Así que mientras tú intentas deshacerte de los granitos y cuidar tu piel con tu rutina de noche, tu baño podría estar llenándola de bacterias sin que lo notes.
Cerrar la tapa antes de jalar la cadena no es exageración, es higiene basica. También ayuda a mantener los productos lejos del inodoro, ventilar el baño y desinfectar las superficies con frecuencia. A veces, los cambios que más transforman nuestra piel no están en un frasco de crema cara, sino en los pequeños hábitos que repetimos sin pensar.




