Pero los políticos del AfD sostienen que los políticos alemanes dominantes son las verdaderas fuerzas antidemocráticas y están tratando de suprimir la voluntad del pueblo alemán a través del aparato estatal. A menudo han encontrado un oído comprensivo para ese argumento en los círculos del MAGA.
Cuando la agencia de inteligencia interna de Alemania declaró que el AfD era extremista, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio calificó la medida como “tiranía disfrazada”. Durante la Conferencia de Seguridad de Múnich a principios de este año, el vicepresidente estadounidense, JD Vance, instó a los principales políticos de Europa a proteger los derechos de libertad de expresión de los partidos antiinmigración y a derribar los “cortafuegos” que excluyó a los partidos de extrema derecha del gobierno.
Los políticos de AfD han Visitó repetidamente Washington en los últimos meses. para demostrar que son víctimas de persecución política y solicitar el apoyo estadounidense. La semana pasada, la influyente derechista alemana y aliada de AfD, Naomi Seibt, dijo que había solicitado asilo en Estados Unidos, afirmando estar “enfrentando persecución” en Alemania por sus opiniones y diciendo que es objeto de “severa vigilancia y acoso por parte del gobierno y de los servicios de inteligencia”.
Perdido en la traducción
Durante su discurso en Berlín, Bruesewitz sugirió que los republicanos del MAGA habían enfrentado una experiencia similar de persecución en los EE. UU., comparando las acusaciones penales contra Trump y la destitución de figuras de derecha en las redes sociales en el pasado con el mismo tipo de represión izquierdista y antidemocrática que los líderes de AfD dicen estar enfrentando.
«Mientras me siento y observo lo que sucede en toda Europa con las preocupaciones sobre la censura, lo mismo sucedió en Estados Unidos», dijo Bruesewitz. «Pueden dejar que esto suceda aquí. Hay que proteger la libertad de expresión», añadió entre un aplauso entusiasta.
No todos los aspectos del mensaje de Bruesewitz fueron recibidos con el mismo entusiasmo. Su defensa de los aranceles de Trump, que han afectado especialmente a las industrias orientadas a la exportación de Alemania, no obtuvo aplausos.




