En la dirección nacional del PP no dan crédito a lo que está ocurriendo tras las elecciones en Extremadura del 21 de diciembre. Pese a su destacado triunfo y al desplome del PSOE, María Guardiola no tiene garantizados los apoyos a su investidura. Solo necesita de la abstención de Vox, pero el partido de extrema derecha hace unos cálculos diferentes con la mirada puesta en los próximos comicios de Aragón, Castilla y León y Andalucía. Alberto Núñez Feijóo teme que pueda producirse una repetición electoral, y señala ya como culpable al líder de Vox, Santiago Abascal.
Feijóo y Abascal no han mantenido comunicación directa desde hace casi dos meses. Ambos hablaron a principios de noviembre para pactar el apoyo de Vox a la investidura de Juan Francisco Pérez Llorca en la Comunidad Valenciana y en sustitución de Carlos Mazón. Nada desde entonces. Tampoco desde que se cerraron las urnas en Extremadura. “Todavía no”, reveló este lunes el líder del PP tras ser preguntado expresamente si ha hablado con Abascal sobre la situación en Extremadura. “Creo que hay que aposentar, dejar que cristalicen los resultados, que sedimenten los votos y que cada uno sepa cuál es su situación”, añadió.
