Karina Milei se enfureció cuando se enteró que Ramón «El Nene» Vera se quedo dormido en su despacho y no bajó a votar en contra del endeudamiento de 3000 mil millones de dólares que consiguió Axel Kicillof en la madrugada de este jueves.
Vera es mano derecha de Sebastián Pareja, el hombre de Karina en la provincia, y tiene una guerra con Agustín Romo, el jefe del bloque de La Libertad Avanza en la provincia que responde a Santiago Caputo.
Romo fue confirmado esta semana como el jefe de bloque tras un entendimiento con Pareja, tras meses de cruces en las redes. La ausencia del Nene en un momento clave de la sesión fue interpretada por los libertarios como un gesto de desautorización hacia Romo.
En la Legislatura tomó nota de las conversaciones de Pareja con el gobierno de Kicillof. El titular de La Libertad Avanza recordó que a partir del 10 de diciembre manejará un bloque de una escena de legisladores y por eso hizo saber la conveniencia de votar todo después del recambio, para ser el juez de la votación. Luego del reparto de directorios del Banco Provincia, no cuesta imaginar lo que hubiera conseguido Pareja con semejante caudal de votos.
En el karinismo, sin embargo, aseguran que no fue una decisión orquestada por la hermana del presidente.
Y hay quienes en el bloque libertario atribuyen la ausencia a un noni real, provocada por el tinto con refresco que el Nene utiliza para acompañar sus comidas.
Como sea, en su guerra personal con Romo, El Nene perdió de vista que podía enojar a Karina, que ya venía masticando bronca con él por su faltazo al congreso libertario que encabezó el fin de semana pasada en Mar del Plata. Vera contribuyó a que el congreso fuera un fracaso, puesto que convocó a menos de la mitad de los concejales previstos.
Karina pide lista de asistentes tras cada acto que encabeza y cuando preguntó por El Nene le dijo que había perdido el avión. La siesta de la madrugada de este jueves le hizo ruido a Karina, que comenzó a creer que las excusas son las de un nene con minúscula.
El propio Nene Vera dice en privado que su objetivo en la política es destruir a Romo, pero que prefirió no escalar la pelea este jueves. Menos mal.
