La declaración del senador JD Vance sobre el tiroteo en el mitin de Trump fue un nuevo punto bajo, incluso para los estándares ya bajos que él mismo había establecido.
Lo de hoy no es un incidente aislado. La premisa central de la campaña de Biden es que el presidente Donald Trump es un fascista autoritario al que hay que detener a toda costa. Esa retórica condujo directamente al intento de asesinato del presidente Trump.
Todavía se desconoce quién fue el tirador, si tenía alguna motivación política o por qué hizo lo que hizo.
Nada de esto impidió que JD Vance culpara al presidente Biden, quien nunca había dicho que había que detener a Trump a cualquier precio. El argumento de Biden siempre ha sido que hay que derrotar a Trump democráticamente en las urnas. La única forma de vencer al autoritarismo de Trump es con democracia.
Los republicanos están demostrando que son la razón por la que la nación está polarizada. El presidente Biden es tratando de unificar la naciónmientras que los republicanos han convertido el tiroteo en la manifestación en una cuestión política partidista.
Parece que Vance está tratando de usar el tiroteo que mató a una persona e hirió a otra como una oportunidad para asegurar el puesto de vicepresidente en la fórmula de Trump.
Estados Unidos no necesita oportunistas políticos como JD Vance que dividan aún más el país para su propio beneficio político.




