Harris debe refutar las afirmaciones de Trump de representar a la clase trabajadora. Para empezar, debe señalar su reducción de la tasa impositiva corporativa del 35% al 21% en 2018. Luego, debe recordar a los votantes que la promesa de Trump de exención impositiva sobre las pensiones de la seguridad social no tiene sentido a menos que el gobierno elimine el límite a los ingresos sujetos al impuesto de la seguridad social, que actualmente es de $168,000. También debe enfatizar las cuestiones sindicales, que es una de las razones para no elegir a Mark Kelly como su compañero de fórmula. Kelly no ha firmado la legislación Pro-Act que facilitaría la organización sindical y aumentaría las multas a las empresas por prácticas laborales injustas, como obligar a los trabajadores a asistir a reuniones de empleadores diseñadas para desalentar la afiliación sindical.
Por supuesto, la dirigencia tradicional del Partido Demócrata preferiría centrarse en las tendencias fascistas de Trump, porque trasladar el énfasis a las cuestiones económicas tendría que ir acompañado de una clarificación y un endurecimiento de las posiciones del partido sobre las cuestiones económicas que afectan a los trabajadores. Esta es otra forma en que la política de identidades a veces desvía la atención de las cuestiones reales que más preocupan a la mayoría de los votantes estadounidenses. Poner el acento en estas cuestiones es la única manera de derrotar a los republicanos, y en particular a la facción populista de derecha encabezada por Trump.





