El senador Lindsey Graham intentó afirmar que la felicidad y la alegría causadas por Kamala Harris no son reales.
Graham dijo en el programa State Of The Union de CNN:
Si eres republicano, habrás visto un festival de odio. Habrás visto un festival de odio lleno de insultos.
Y Donald Triunfo Le dijo a Barack Obama que era un buen hombre después de que el presidente Obama insultara y atacara al presidente Trump continuamente. Fue concebido para atraerlo a un intercambio de insultos. Fue una estrategia ligera y una carga pesada de insultos.
Así que le dije al presidente Trump entonces y ahora: «Si se centra en las políticas, ganará». Los estadounidenses no están contentos cuando van a la gasolinera y llenan el tanque de combustible de su auto. No están contentos cuando pagan su hipoteca. No están contentos cuando van al supermercado. La gente está sufriendo.
Y todo este festejo de alegría no existe en el mundo real. La gasolina costaba 1,87 dólares el galón cuando el presidente Trump dejó el cargo. Teníamos la frontera más segura de los últimos 40 años. La inflación estaba bajando, no subiendo, y el mundo no estaba en llamas.
Video:
El senador Lindsey Graham afirma que realmente no hay alegría en Estados Unidos: «Toda esta alegría y este festival de amor no existen en el mundo real». foto.twitter.com/x51s6y50jN
— Sarah Reese Jones (@PoliticusSarah) 25 de agosto de 2024
La afirmación de Graham de que la alegría por la campaña de Harris no es real es una señal de que los republicanos no pueden aceptar la realidad de que su candidata oscura y sin alegría está siendo rechazada actualmente por la mayoría de los estadounidenses.
El senador Graham se refugió en el delirio al afirmar que la alegría no existe, y su prueba es que las cosas estaban realmente mal durante la pandemia de COVID. La parte que Graham omite es que los precios de la gasolina eran bajos cuando Trump dejó el cargo porque la gente estaba muriendo y no podía salir de sus casas debido a la pandemia. La pandemia fue peor en Estados Unidos porque Trump la gestionó mal.
Los republicanos no pueden aceptar la realidad de que la gente quiere ser feliz y seguir adelante, y la idea de que los estadounidenses realmente puedan estar felices por la campaña de Harris parece romper la mente de Lindsey Graham.




