Se redujo a sólo 13 votos.
El proyecto de ley de financiación de la seguridad social (PLFSS) fue adoptado este martes por la noche por la cámara baja del parlamento francés, una gran victoria para el primer ministro francés, Sébastien Lecornu, que ha estado caminando sobre la cuerda floja mientras intenta frenar un creciente déficit ante el creciente descontento social.
Un total de 247 diputados votaron a favor del texto, 234 en contra y 93 se abstuvieron.
Lecornu se salvó al hacer concesiones de último momento para asegurar el voto del Partido Socialista de centroizquierda, alienando al partido conservador Republicanos y a su propia alianza centrista.
Al final, la mayor parte de la alianza centrista votó a favor del proyecto de ley, mientras que la derecha conservadora votó a favor o se abstuvo.
El gobierno había advertido a los parlamentarios que si se rechazaba el presupuesto de seguridad social para el próximo año, las finanzas públicas podrían deteriorarse rápidamente.
La semana pasada, se envió una nota a los diputados sugiriendo que el déficit podría aumentar a 30.000 millones de euros en 2026, un nivel considerado «extremadamente preocupante» por Pierre Pribile, director de la Seguridad Social. El déficit de seguridad social previsto para 2025 se estima en 23.000 millones de euros.
La seguridad social representa más del 40% del gasto total del sector público de Francia. El déficit público de Francia es actualmente uno de los mayores de la eurozona.
El presupuesto de seguridad social también conlleva una cuestión política importante: la suspensión de la muy impopular reforma de las pensiones del presidente francés Emmanuel Macron.
Esta suspensión, reintroducida por los diputados el viernes pasado después de haber sido eliminada por el Senado de derecha en primera lectura, congeló el aumento de la edad de jubilación de 62 a 64 años hasta enero de 2028, después de las próximas elecciones presidenciales.
Aunque el texto fue adoptado por la Asamblea Nacional, ahora deberá pasar al Senado para una nueva lectura.
O los senadores votan a favor de esta versión y el proyecto de Ley de Seguridad Social será adoptado definitivamente, o rechazan el texto, que es el escenario más probable, y será necesaria una lectura final en la Asamblea Nacional, que tendrá la última palabra antes de su aprobación definitiva.
Sébastien Lecornu tendrá entonces que afrontar el siguiente gran obstáculo: la adopción del plan presupuestario estatal para 2026, una ley independiente en la que ha resultado difícil llegar a un acuerdo.
Los dos predecesores de Lecornu, Michel Barnier y François Bayrou, fueron derrocados después de intentar impulsar importantes recortes presupuestarios.




