
Arturo Coello y Agustín Tapia lo volvieron a hacer. Por primera vez desde que se unieron como pareja, su liderato en el ranking corría un peligro real, pero dos títulos consecutivos han bastado para reafirmar su reinado y asegurar, un año más, el número uno del mundo. Las lágrimas en los banquillos tras conquistar Acapulco reflejaban el sufrimiento, la tensión y la enorme exigencia que implica mantenerse en la cima. Una pareja que ya mira de frente a la historia y que, a estas alturas, parece no tener techo.




