La evaluación sistemática de la función muscular y la composición corporal puede marcar una gran diferencia en los resultados de los pacientes que se someten a un trasplante autólogo de médula ósea. Un estudio reciente ha demostrado que estos parámetros permiten identificar los distintos grupos de riesgo frente a complicaciones y toxicidad asociados al procedimiento.
El trabajo, desarrollado dentro del programa. RHeNutrir del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díazcontó con el análisis de 79 pacientes. Se centró en la valoración nutricional y funcional previas al trasplante. Los resultados determinaron que la anemia, la degeneración y la mayor masa grasa se relacionan con más complicaciones, mientras que una buena fuerza y masa muscular se asocian con menor toxicidad, estancias hospitalarias más cortas y un riesgo reducido de reingreso o mortalidad.
Si se logra incorporar de manera sistemática el analisis de la composición corporal y de la fuerza muscular en aquellos pacientes candidatos a trasplante autólogo de células madre hematopoyéticas, se podría mejorar significativamente los resultados del procedimiento. Una vez identificados los parámetros de riesgo morfofuncionaleslos especialistas podrían recomendar prehabilitación oh adaptar el tratamiento a cada paciente, disminuyendo complicaciones, hospitalizaciones prolongadas y mortalidad. El estudio, publicado es Fronteras en nutricióninclusión a pacientes con mieloma múltiple, linfomas y algunos tumores sólidosy puso el foco en aspectos frecuentemente ignorantes como el estado nutricional, la composición corporal y la función muscular antes del trasplante.
La composición corporal y la fuerza muscular influyen directamente en la evolución de los pacientes.
El doctor Javier Cornago, coordinador del proyecto en el Servicio de Hematología y Hemoterapia, explica que el trasplante autólogo de médula ósea es un procedimiento complejo que carece de indicadores específicos que advierten de complicaciones durante la hospitalización y tras ella. El objetivo de esto es identificar a aquellos factores de riesgo que dificultan la intervención. Los resultados evidencian que la composición corporal y la fuerza muscular influyen directamente en la evolución de los pacientes.
Entre los factores de riesgo asociados a un mayor número de complicacionesse encuentran la anemia, enfermedades respiratorias, diabetes mellitus, niveles altos de proteína C reactiva y mayor masa grasa. Estos pacientes que padecen lo anterior, presentan mayor riesgo de fiebre, estancias hospitalarias prolongadas y eventos graves. En cambio, aquellos pacientes que tienen mayor fuerza muscular y masa magra al ingreso muestran menos complicaciones, menor necesidad de cuidados intensivos y menor mortalidad. Además, niveles elevados de albúmina al alta se vincularon con un menor riesgo de reingreso durante las primeras dos semanas tras la alta hospitalaria.
En función de estos hallazgos, los autores subrayan la importancia de incorporar de manera rutinaria la evaluación de la composición corporal y la función muscular en los candidatos a trasplante autólogo. Esto permitiría implementar programas de prehabilitación y planes nutricionales individualizados que mejoren la tolerancia al procedimiento y optimicen los resultados clínicos.
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