News Americas, Nueva York, NY, Fri. 25 de julio de 2025: La óptica que rodea a los gobiernos presentes y pasados de Trinidad y Tobago en la lucha contra el crimen organizado son desalentadores. A pesar de los pronunciamientos regulares, las sesiones informativas de prensa y los planes de crimen reorganizados, la situación en el terreno cuenta una historia diferente: una de inutilidad, miedo y fracaso aparente.

El país ha observado durante años como administraciones sucesivas revelan «nuevas estrategias» que, en la práctica, parecen tan efectivas como tratar de llenar un colador con agua. Mientras tanto, las pandillas no solo florecen sino que parecen operar con un nivel de impunidad y coordinación que debería perturbar a todos los ciudadanos respetuosos de la ley.
Uno comienza a preguntarse: ¿las redes criminales se han integrado tanto en el sistema que están operando debajo de él, literalmente? En este punto, no sería sorprendente si hubiera túneles corriendo debajo de nuestras cárceles, estaciones de policía e incluso hospitales. ¿De qué otra forma se explica la continuación perfecta de las actividades criminales organizadas incluso desde las rejas tras las rejas?
Esto no es solo una cuestión de pobre óptica; Es una cuestión de seguridad nacional. El estado parece superado, sintonizado y burlado. Si el gobierno desea recuperar la confianza del público, debe ir más allá de las políticas reactivas y comprometerse con una reforma profunda y sistémica, de manera acelerada con la aplicación de la ley, el poder judicial y sí, la responsabilidad política.
Hasta entonces, seguimos siendo una nación que se esfuerza por sostener agua, con nada más que agujeros en nuestras manos.




