Según la IATA (Asociación de Transporte Aéreo Internacional), se estima que las aerolíneas duplicarán el número de pasajeros en los próximos 20 años, y la mayor parte de ese crecimiento se producirá en Asia.
Esta tendencia creciente es motivo de preocupación inmediata entre los ambientalistas. La proyección de la IATA de que el número de pasajeros aéreos se duplicará para 2043, Alcanzando una asombrosa cifra de 8.600 millones, es un duro recordatorio del impacto ambiental de los viajes aéreos. Esto supone una tasa media de crecimiento anual del tráfico aéreo del 3,6% durante los próximos 20 años, una cifra que no se puede ignorar.
Una descarbonización muy compleja
En los últimos 20 años, el crecimiento del tráfico aéreo ha variado según las distintas regiones del mundo. La región de Asia y el Pacífico ha experimentado un crecimiento significativo, en particular en India (6,9%), Tailandia y Vietnam (6,4%) y China (5,8%). Oriente Medio y África se alinean con el promedio, mientras que América del Norte (+1,7%) y Europa (+2%) representan mercados más maduros.
Se espera que la región de América Latina y el Caribe experimente un crecimiento ligeramente más sostenido (+2,9%).
Según la IATA, se espera que el número de pasajeros aéreos alcance un récord de 4.960 millones en 2024, en comparación con los 4.540 millones de 2019.
A pesar de estos pronósticos desalentadores, el sector de la aviación no está desesperado. Las aerolíneas miembro de la IATA han asumido el compromiso de alcanzar emisiones de carbono «cero» para 2050. Este ambicioso objetivo requerirá el uso de combustibles de aviación sostenibles (SAF, por sus siglas en inglés) y una importante inversión tecnológica, pero es un paso significativo hacia un futuro más sostenible.
Ámsterdam rechazó el aumento del tráfico aéreo
Ámsterdam es una de las pocas ciudades que ha tomado medidas proactivas para controlar el crecimiento del tráfico aéreo. Aunque actualmente están suspendidos, sus esfuerzos son un testimonio de las iniciativas locales que abordan el impacto ambiental de los viajes aéreos.
Sin embargo, el gobierno holandés suspendió su plan de limitar el número de vuelos en el aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol desde 2023 hasta finales de 2024. En un comunicado reciente, la IATA respondió a una sentencia del Tribunal Supremo holandés, «que confirmó la decisión inicial del Tribunal de Distrito de Ámsterdam de que la regulación experimental para reducir la capacidad en Schiphol no estaba en línea con el enfoque equilibrado de la gestión del ruido». Este enfoque pretende encontrar un compromiso entre los beneficios económicos del tráfico aéreo y el impacto negativo del ruido en las comunidades locales.




