Una vez celebrado como el motor económico de Cuba, el turismo ahora está flaqueando significativamente. Datos recientes de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) revelan una caída del 20,5% en las llegadas internacionales durante 2025 en comparación con 2024, lo que resulta en hoteles notablemente más vacíos y un panorama sombrío para la industria turística de Cuba, que ya está en dificultades.
El informe de la ONEI, titulado oficialmente «Llegada de viajeros y visitantes internacionales», sugiere claramente lo que los locales y aquellos dentro de la industria ya saben. El turismo, que cuenta con alrededor de 84.000 habitaciones de hotel y la participación de 19 cadenas extranjeras (principalmente inversoras y operativas), fue recientemente promocionado como un «motor» robusto para la economía cubana. Aunque los funcionarios del sector turístico de Cuba expresaron optimismo respecto de una recuperación en marzo, las cifras pintan un panorama diferente. El total de visitantes disminuyó de 1.719.009 en 2024 a solo 1.366.720 durante los diez primeros meses de 2025.
«Esto, desgraciadamente, confirma la gravedad de la crisis del turismo», según el economista cubano Pedro Monreal; Su análisis destaca las consecuencias económicas más amplias que sufrieron las empresas, desde los servicios de taxi hasta las tiendas de souvenirs, que dependían de los turistas.
Una desaceleración de amplio alcance en los principales mercados emisores
El declive no se limita geográficamente; es un problema generalizado en los mercados primarios de Cuba. Canadá, tradicionalmente el mayor origen de turistas, experimentó una reducción de 695.557 llegadas en 2024 a 559.715 este año. En la mayoría de los casos, esta caída del 19,5% refleja una disminución del interés debido al aumento de los costos de viaje y las tensiones internacionales.
De manera similar, las visitas desde Estados Unidos, complicadas por sanciones y restricciones, cayeron de 110.538 a 88.849, una disminución del 19,6%. Además, las caídas aún más pronunciadas en Europa y otras regiones tienen un impacto adicional en la economía: el número de turistas rusos, apoyados en los últimos años por vuelos directos, cayó un 37%, y las llegadas de alemanes experimentaron una dramática disminución del 43%. España, históricamente popular debido a sus conexiones culturales, sufrió una reducción del 27%.
Sin embargo, no todas las noticias son malas. Los mercados latinoamericanos mostraron crecimiento, ofreciendo cierta diversificación. Argentina tuvo un modesto aumento del 7%, Colombia mostró un aumento del 11% y Perú experimentó un impresionante crecimiento de visitantes del 27%. Sin embargo, en realidad, estos aumentos son pequeños en comparación con las pérdidas de los mercados del norte y simplemente no pueden compensar la desaceleración general.
Apagones de energía: el problema oculto
Detrás de los vestíbulos vacíos y las cancelaciones de reservas no se ven los continuos problemas energéticos de Cuba, que alcanzarán un punto crítico en 2025. Los apagones regulares y prolongados, y también la escasez de combustible, han obstaculizado significativamente la vida cotidiana y los negocios; Incluso el gobierno ha reconocido el impacto de las interrupciones en la productividad. Los hoteles, que dependen de generadores para cosas como el aire acondicionado y la iluminación, ahora enfrentan gastos operativos cada vez mayores. Es probable que estos problemas de transporte disuadan a los viajeros potenciales incluso antes de tomar sus vuelos.
La crisis energética tiene efectos mucho más allá del turismo, ya que obstaculiza la manufactura, la agricultura y también diversos servicios. Para una economía que lucha contra la inflación, la escasez y las presiones externas, el sector turístico de Cuba representa un golpe significativo que los expertos temen que pueda conducir a un mayor declive económico.
Horizontes sombríos
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) también ha rebajado las expectativas, proyectando que el producto interno bruto (PIB) de Cuba caerá un 1,5% en 2025. Además, se pronostica una ligera recuperación de sólo el 0,1% para 2026; esa proyección depende de la estabilización del suministro de energía y la reducción de las presiones internacionales, una tarea desafiante dadas las condiciones actuales.
Mientras los líderes cubanos trabajan arduamente para revitalizar el turismo, utilizando herramientas que incluyen incentivos para los inversores y publicidad dirigida, una pregunta que queda pendiente es: ¿Podrá el atractivo de la isla superar las limitaciones de los apagones y las dificultades económicas generales? Por ahora, sólo el tiempo lo dirá. Para innumerables viajeros potenciales, el encanto de las costas bañadas por el sol y la vibrante vida nocturna repleta de salsa lamentablemente sigue estando fuera de su alcance. Cada vez está más claro que la simple esperanza no es suficiente para provocar un cambio; Es casi seguro que la verdadera recuperación requerirá una reestructuración fundamental de los sistemas existentes.




