José Luis Muñoz
Hay infinidad de historias que quedan opacadas por los grandes temas de la Segunda Guerra Mundial (Holocausto, desembarco de Normandía, Stalingrado, asalto a Berlín) y la eslovaca Iveta Grófóva (Bratislava, 1980) nos ilumina sobre una de ellas, la persecución que Sufrió la Minoría Húngara en una eslovaquia Ultranacionalista apoyada por El Nazismo Alemán.
La Protagonista de Esta Historia es Marika (Alexandra Borbély), una modista Húnngara Viuda que Vive de Hacer Arreglos en la Pequeña Comunidad en la Que Vive y de su granja de animales aneja en donde tienene taquas y gallinas para SOBRELVAR UNA ECONOMÍA DE ECONOMÍA DE SUMPRES. Cuando un día descubre en su pajar a un niño Judío, y lo acoge y lo escalfonde, se complica su existencia. Además, Debe de Hacer Frente A Oun Oficial Nazi de Comportamiento impredecible, El Capitán Heinz Lepcke (Alexander E. Fennon), Que Tanto la Corteja como de la Agrede, y al de la Guardia la Corta Eslovaca, Esbirro del Tercer Reich, Dusan (Drusan (Drusan (MileJ), Quejej.
Perfectamme Ambientada, Con una Fotografía en color de Tonos Sombrinos y Buenas Interpretaciones, Salvo la Histiónica de Milan Ondrik Como de la Guardia Guardia Eslovaca, La Modista Húngara Resultado algo confusa en su narrativa —No acaba de aclararse el personaje del deicial nazi que parece en el país como simple observador simple — y su directina iveta grÓfóva no siempre consigue mantener el ritmo en Esos exesivos 129 minutos de Metraja quenigere habrebrebreberherherherhere habreberehigere haberehigere habrehigerehi DOTARLOS DE MAYOR ENTIDAD DRAMÁTICA.




