La penúltima batalla en París

Jannik Sinner celebró ayer su cuarto título de la temporada tras batir en el ATP 500 de Viena ante Alexander Zverev. El italiano acumula sobreesfuerzos en la parte final del recargado calendario tenístico, con el objetivo de exprimir sus últimas oportunidades de recuperar el número uno mundial antes del cierre del curso. Mientras Sinner buscaba esos 500 puntos austriacos, su rival se entrenaba ya en París desde el viernes para preparar el último Masters 1.000 del año, donde se producirá el reencuentro de los dos aspirantes al reinado. La penúltima batalla. A Carlos Alcaraz se le ha dado históricamente mal este tramo de la temporada, pero en el presente 2025 parece llegar más fresco al desafío, a pesar de sumar ya 74 partidos, en los que ha levantado ocho trofeos, el doble que su oponente. Sinner y Alcaraz se lo juegan todo en el Masters de París y en las ATP Finals de Turín. Ya no hay más.

Las cuentas le salen mejor a Carlitos, pero matemáticamente todavía hay pelea. Hay dos factores que invitan a la prudencia. Por un lado, el pelirrojo se ha mostrado más fuerte en las pistas interiores que van a decidir el trono. Por otro, esta parte de la campaña depende mucho del físico. Hay que cruzar los dedos con las lesiones, como pueden explicar otros colegas como Holger Rune, cuya rotura del tendón de Aquiles ha reactivado la polémica sobre el intenso calendario, desaprobado en La Défense por el propio Alcaraz: “Hay que hacer algo”. El murciano, además, ha añadido un último reto a su fantástico 2025: la Copa Davis. Ahí sí se ha borrado Jannik, que prefiere apurar la vía de los puntos. Ha recibido críticas en Italia por esa ausencia, quizás olvidando que ganó las últimas dos Ensaladeras… con Sinner como líder. Otra buena oportunidad de éxito para Alcaraz. Aunque se le haga larga.

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