Es fácil olvidar que el verdadero bienestar no sólo se manifiesta en tu estera de yoga o en tu platopero también en tu relaciones. De la misma manera que la aptitud física y mental construye un cuerpo sano, la aptitud social construye un espíritu saludable, y es igualmente importante trabajar en ella, nutrirla y mantenerla. Al menos eso es lo que un sociólogo formado en Harvard Kasley Killam dice. Incluso ha ideado un método sencillo para cultivar una mejor salud social al que llama regla 5-3-1.
¿Qué es la regla 5-3-1?
Los humanos son criaturas sociales por naturaleza y prosperan gracias a sus conexiones con los demás. En el libro de Killam sobre salud social, El arte y la ciencia de la conexión: por qué la salud social es la clave que falta para vivir (2024), dice que nuestra red humana es un órgano vivo: respira, se estira y se debilita si dejamos de nutrirlo. Y, como todo lo que nos mantiene erguidos, merece atención diaria.
Por lo tanto, la regla 5-3-1 no es una disciplina estricta ni otra lista de tareas pendientes para el bienestar. Más bien, es una invitación a esculpir el bienestar relacional con la misma atención que le damos a nuestra protección de la piel y rutinas de ejercicios. Para lograrlo, Killam identifica tres números y tres factores a tener en cuenta para mantener fuertes tus “músculos sociales”:
Cinco: Cada semana, pasa tiempo con cinco personas o grupos sociales diferentes, para multiplicar las interacciones e integrar más vida social en tu día a día. Estas interacciones pueden ser con amigos, familiares, vecinos, colegas o conocidos.
Tres: Cada mes, date al menos tres interacciones más profundas con personas de tu círculo cercano, es decir, aquellas con quienes puedes quitarte las máscaras sociales.
Uno: Todos los días, dedique aproximadamente una hora a interacción socialpor pequeña o fragmentada que sea, para satisfacer sus necesidades sociales diarias. Charle con su instructor de ejercicios. Haz una pequeña charla con el vecino. Llama a tu hermano. Las pequeñas acciones suman.
Al reunir estos tres gestos, Killam crea un método que repara, fortalece y vuelve a encantar el tejido social invisible que nos sostiene. La regla 5-3-1 no promete una vida perfecta, sólo una más conectada, estable y viva.
Los beneficios de la regla 5-3-1
En un mundo en el que cuidamos nuestra piel, dormirrecados, trabajo y comida, podemos olvidar que el bienestar también se nutre de los hilos invisibles que nos conectan con los demás. Killam nos recuerda que la salud social no es un lujo, sino un pilar esencial del equilibrio. Practicar estos tres simples gestos (cinco contactos semanales diferentes, tres intercambios mensuales más genuinos y una hora de sociabilidad diaria) despierta una parte de nosotros que con demasiada frecuencia queda relegada o subestimada.




