ese dolor de espalda que todos tenemos ya no es gracioso y los memes ya son demasiado personales. Apenas descubrimos la verdadera causa de ese dolor y corremos para contarte porque necesitamos entender que nuestros malos hábitos se ven muy reflejados en nuestro cuerpo.
La mayoría de nosotros vivimos con algún tipo de dolor de espalda. y lo atribuimos automáticamente a pasar horas sentados frente a la computadora. Y sí, los trabajos de oficina, las sillas incómodas y la postura frente al celular tienen mucho que ver, pero últimamente hay otro hábito que se está ganando el primer lugar entre las causas: el cama pudriéndose.
¿Qué es el? cama pudriéndose y por qué es la causa de tu dolor de espalda que no se quita
El termino cama pudriéndose describe esos momentos (o días completos) en los que permanecemos en la cama sin hacer nada, viendo series, scrolleando TikTok o simplemente existiendo. Aunque suene como una forma de autocuidado o descanso mental, lo cierto es que es el cuerpo no lo ve igual. Pasar tanto tiempo recostados debilita los músculos de la espalda baja, altera la postura natural de la columna. y, con el tiempo, puede causar dolor de espalda cronico. La espalda está diseñada para moverse, no para quedarse inmóvil por horas.
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Y sí, no es solo el cama pudriéndose. Todo junto: las largas jornadas sentados, el sedentarismo, los traslados eternos en coche o transporte terminan sumando un desgaste físico que se refleja en la espalda, cuello y hombros. Lo peor es que lo normalizamos, pensando que “a todos les duele”.
La buena noticia es que no todo está perdido. Si notas que ese dolor de espalda no se va, empieza por hacer pequeños cambios.: levántate cada hora si trabajas sentado, haz estiramientos simples al despertar y antes de dormir, evita pasar todo el día recostado con el celular y procura caminar un poco más aunque sea dentro de casa. Tu cuerpo no necesita rutinas extremas ni un gimnasio de lujo, solo constancia y movimiento. A veces, cuidar la espalda no se trata de corregir algo roto, sino de dejar de ignorar lo que lleva tiempo pidiéndote atención.
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El bed putting puede parecer inofensivo e incluso terapéutico en esos días de cansancio extremo, pero si se convierte en un estilo de vida, el cuerpo lo resiente. Descansar no significa dejar de moverse por completo; a veces, el verdadero autocuidado está en levantarnos, estirarnos y darle a nuestra espalda el movimiento que lleva tiempo pidiéndonos.




