Incluso en 2024, las compañías aéreas de bajo coste seguirán dominando los cielos europeos, con cuotas de mercado que desearían tener aquellas definidas como las «grandes» del transporte aéreo hace apenas una década.
Cirium Research, una empresa de análisis de la industria de la aviación, confirma que los aranceles han caído un 6% en los últimos meses y hay una preocupante escasez de suministro de aire. Esta escasez se atribuye a la considerable desaceleración de las entregas de nuevos aviones por parte de Airbus y Boeing.
Como resultado, el desempeño financiero está sufriendo, y la disminución de los ingresos afecta el desempeño del mercado de valores de las aerolíneas europeas, que continúa fluctuando en comparación con sus contrapartes norteamericanas. Sin embargo, el análisis de las cuotas de mercado es particularmente intrigante, ya que pone de relieve el abrumador dominio de las aerolíneas de bajo coste, que poseen más del 60% de la cuota de mercado total. Ryanair lidera con una cuota del 31% en el espacio aéreo europeo, seguida de easyJet con un 15% y Wizz Air con un 8%. Vueling se adelanta con una cuota del 6%.
Todas las aerolíneas de bandera tienen cuotas de mercado inferiores al 5%: Lufthansa con un 4,8%, British Airways con un 3,9%, Air France-KLM por debajo del 2,5% e Ita Airways con un 2%. Como nota positiva, los analistas señalan que el mercado de los cielos europeos tiene un fuerte potencial de crecimiento y se prevé que se expandirá significativamente para 2030. Se espera que este crecimiento sea impulsado por una creciente oferta de asientos de avión y la apertura de nuevas rutas desde países emergentes. como Azerbaiyán, Kazajstán y los Emiratos Árabes Unidos.
Con las próximas vacaciones navideñas acercándose, se prevé un importante aumento de la capacidad de vuelos en los cielos europeos. En España estarán disponibles para la venta 800.000 asientos, mientras que Italia y Reino Unido ofrecerán cada uno alrededor de 300.000 asientos.
En cuanto a los precios, se espera un ligero aumento de las tarifas tras la caída de este año, durante el cual el precio medio de los billetes de avión cayó a 97 euros, frente a los 101 euros del año pasado.
Como resultado, casi todas las aerolíneas están adoptando una estrategia centrada en los servicios auxiliares, implementando a menudo aumentos de precios que han provocado una considerable controversia entre los consumidores. Los expertos señalan que, para la mayoría de las aerolíneas, la venta de boletos ahora representa solo el 55% de los ingresos totales, y el resto proviene de servicios como equipaje facturado, selección de asientos y comidas a bordo cada vez más caras. Esta tendencia también ha provocado un creciente descontento entre los operadores turísticos.




