Ryanair, Eurowings, Condor y otras aerolíneas están reduciendo sus servicios en Alemania. Por ejemplo, tras la anunciada retirada parcial del BER en Schönefeld, la compañía aérea irlandesa Ryanair también tiene intención de cancelar vuelos en otras localidades alemanas. En Berlín, la aerolínea económica reduce su oferta en un 20 por ciento. Dortmund, Dresde y Leipzig ya no tendrán servicio a partir del verano de 2025, según anunció la aerolínea en Hamburgo. Ryanair ha anunciado que eliminará 1,8 millones de asientos de pasajeros del calendario de vuelos del próximo verano.
La industria turística alemana está cada vez más preocupada por la creciente pérdida de conexiones aéreas. La principal preocupación es el aumento de los costes del tráfico aéreo en Alemania en comparación con otros países. Sören Hartmann, presidente de la Asociación Federal de la Industria Turística Alemana (BTW), afirmó: «Los costes de ubicación del tráfico aéreo en Alemania son simplemente demasiado elevados en comparación con otros países y siguen aumentando. Otros países son cada vez más atractivos para las empresas y invitados y Alemania está perdiendo competitividad».
La industria turística alemana aporta alrededor del 4 por ciento del valor añadido bruto en Alemania y emplea a 2,8 millones de personas. Además, 1,3 millones de personas proporcionan bienes y servicios intermedios para producir estos bienes y servicios. Esto significa que aproximadamente el 9 por ciento de todos los empleados en Alemania trabajan directa o indirectamente para la industria del turismo.
Los viajes de ocio y de negocios dependen en gran medida de la movilidad, y el transporte aéreo desempeña un papel importante tanto para los alemanes que viajan al extranjero como para los visitantes extranjeros que llegan a Alemania. Las reducciones en las conexiones y frecuencias de los vuelos tienen un efecto dominó en toda la industria de viajes, impactando a los operadores turísticos, hoteles y proveedores de ocio. Si bien estos cambios pueden desplazar parte del tráfico aéreo al extranjero, no disminuyen los viajes aéreos en general. Debido a decisiones políticas, esta tendencia representa una amenaza importante para Alemania como destino turístico. Las frecuentes noticias sobre cancelaciones de vuelos deberían ser motivo de preocupación para los políticos que valoran el turismo como un factor económico esencial. Existe un riesgo real de que se produzcan daños a largo plazo en la reputación de Alemania como destino turístico y en las empresas que participan en el sector turístico.
Se pueden hacer varios ajustes, como revisar el impuesto al tráfico aéreo y reducir las elevadas tarifas de seguridad aérea. Además, también es un error el esfuerzo nacional previsto para introducir una cuota de energía líquida a partir de 2026, que implica la mezcla del llamado e-queroseno, que ni siquiera se puede cumplir. Esta medida distorsionará aún más la competencia y perjudicará a Alemania como lugar para los viajes aéreos y el turismo. Es necesaria una reconsideración urgente de estas políticas.
Tanto los viajeros de placer como los de negocios dependen en gran medida de los aviones como principal medio de transporte, ya sea que vengan a Alemania o viajen al extranjero desde Alemania. Por ejemplo, alrededor del 50 por ciento de los viajes de vacaciones más largos de cinco días o más para los alemanes se realizan en avión. Además, aproximadamente un tercio de los visitantes europeos a Alemania llegan en avión. Además, el avión es casi la opción exclusiva para viajar a Alemania tanto para viajeros de negocios como para turistas procedentes del extranjero, como por ejemplo de EE.UU. o Asia.




