En mi trabajo con parejas, me gusta pensar en el arte japonés de Kintsugi. La palabra significa «reparación de oro», y se refiere a la práctica de reparar la cerámica rota con laca y oro en polvo. En lugar de ocultar las grietas, Kintsugi las ilumina. El objeto una vez roto se vuelve aún más hermoso, no a pesar de su historia, sino por eso.
Lo mismo puede ser cierto para las relaciones.
Cada pareja experimentará descansos. A veces vienen en forma de traición, malentendido, una deriva lenta o simplemente la acumulación de necesidades insatisfechas. Cuando una relación se agrieta bajo presión, el instinto podría ser tirarla o tratar de forzarla de regreso a la forma en que alguna vez fue.
Pero eso no es posible porque la forma original ha cambiado. Es algo así como el ejemplo en el que alguien arruga un trozo de papel y luego lo suaviza nuevamente. Sigue siendo una hoja de papel intacta, pero definitivamente no es la misma superficie lisa que antes era.
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Pero a diferencia de ese trozo de papel arrugado, que simplemente pone al descubierto el daño que causó, sin mejoras, Kintsugi nos recuerda que existe el potencial de construir sobre lo que vino antes y darlo en algo nuevo, algo hermoso.
Las relaciones destrozadas son como cerámica destrozada
Cuando las parejas entran en terapia, a menudo se sientan con las piezas rotas de algo que una vez valoraron profundamente. El proceso de curación, de reconstruir la conexión, requiere esfuerzo. No se puede apresurar, y rara vez parece una restauración perfecta. De hecho, no querríamos hacerlo porque eso significaría que no había habido ningún crecimiento.
Cada paso se lleva una pareja entre sí, incluso en incomodidad, genera confianza de que la reparación es posible. A lo largo de los años, he visto que las relaciones se fortalecen no evitando el conflicto sino al nutrir las habilidades que necesitan para avanzar. Las grietas no desaparecen, pero se convierten en parte de una historia que han escrito juntos.
Entonces, ¿cómo se traduce esto en la relación cotidiana?
Aquí hay 4 consejos que las parejas pueden usar para fortalecer su conexión después de una fractura:
1. Abraza la imperfección: En lugar de apuntar a una relación impecable, concéntrese en construir una que pueda manejar la vida real. Hable abiertamente sobre los momentos que se han sentido difíciles o decepcionantes. Use un lenguaje como «Esto fue difícil para mí» en lugar de señalar los dedos. Programe tiempo para identificar lo que ha aprendido de los conflictos pasados. El objetivo no es borrar el descanso, sino entenderlo y aprender a responder de manera diferente a seguir adelante.
2. Practica la autocompasión: Es fácil ser duro contigo mismo o con tu pareja cuando algo sale mal. En cambio, observe la voz interior que aparece después del conflicto. Pregúntese: «¿Hablaría con un amigo de esta manera?» Si no, reescribe la narrativa. Durante momentos de tensión, tome una pausa y simplemente diga: «Ambos estamos haciendo lo mejor que podemos en este momento». Esta pequeña práctica ayuda a reducir la defensiva y crea espacio para la reparación.
3. Desarrollar la resiliencia a través de la reflexión: Después de una temporada de desacuerdo o desafiante, reserva tiempo para reflexionar como pareja. Pregunte, «¿Qué ayudó a utilizar eso?» y «¿Qué podríamos hacer de manera diferente la próxima vez?» Escribe tus respuestas. Mantenga un diario o documento compartido donde rastree estas reflexiones. Con el tiempo, este registro se convierte en un recordatorio de su capacidad para navegar juntos.
4. Crear significado juntos: La perspectiva del lenguaje da forma a la perspectiva. Si describe cada argumento como un fracaso, es menos probable que vea oportunidades de crecimiento. En su lugar, cambie el marco. Intenta decir: «Ese fue un punto de inflexión» o «Aprendimos algo importante sobre nosotros mismos allí». Marque estos momentos en los que te hayas unido para arreglar algo y celebrarlos, incluso si es de maneras pequeñas.
El arte de avanzar

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Reparar una relación rara vez se trata de volver a lo que era. Se trata de decidir, juntos, lo que viene después. Al igual que Kintsugi honra la historia de un objeto roto al hacerlo más significativo, las parejas tienen la oportunidad de crear algo nuevo a partir de lo que puede haberse sentido perdido.
Si está en el proceso de reparación, dale tiempo, dale cuidado y recuerda que el esfuerzo que pones para entenderse es lo que hace que el vínculo sea aún más fuerte de lo que era antes.
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