La dieta afecta el entorno intestinal y ayuda a dar forma a la composición, estructura y función de los microorganismos que viven naturalmente en el microbioma intestinal. Alimentos ricos en fibra, antioxidantes y nutrientes como ácidos grasos omega-3 puede ayudar a controlar las condiciones que afectan el sistema digestivo, incluyendo cáncer de colon.
“Actualmente la investigación se centra cada vez más en la idea de comida antiinflamatoriaes decir, tratar de limitar genuinamente los alimentos ultraprocesados (UPF)”, dice Esperanza Barkoukis, PhD, RDNpresidente del departamento de nutrición de la Universidad Case Western Reserve. No existe una definición estándar de UPF, pero básicamente, en lugar de consumir papas fritas, dulces, refrescos y comidas rápidas refinadas similares, pruebe con más color en su dieta a partir de frutas y verduras enteras, nueces de todo tipo, proteínas magras y grasas saludables como el aceite de oliva y el aceite de aguacate. Estos alimentos ayudan a reducir la inflamación en el intestino y pueden ayudar a reducir los síntomas del cáncer de colon o sus tratamientos.
En particular, cuestiones como náuseas y vómitoslos cambios en el olfato y el gusto, y la pérdida de apetito (que la afección o su tratamiento pueden causar) son desafíos reales que pueden dificultar que las personas con cáncer colorrectal obtengan una nutrición adecuada. Trabajar con expertos en nutrición, como dietistas registrados (RD o RDN), puede resultar beneficioso para afrontar estos desafíos alimentarios. Además, tenga en cuenta que la dieta debe complementar su tratamiento convencional y no sustituir ningún medicamento o tratamiento que le recete su médico.