La referencia a propuestas recientes se refiere al paquete acordado el 8 de diciembre, que incluye nuevas reglas radicales reformar la forma en que la UE aborda la migración, incluida la creación de centros de procesamiento de asilo en países no pertenecientes a la UE.
Los gobiernos quieren que el ejecutivo de la UE dé aún más peso a la dimensión externa de la migración cooperando con los países de origen y los países por los que viajan para impedir que lleguen a la UE. Eso significa acelerar lo que llamaron “soluciones innovadoras”, un término general para medidas como los llamados centros de retorno y nuevas asociaciones con países no pertenecientes a la UE, que según sus partidarios podrían hacer que la política migratoria de la UE sea más efectiva.
El llamamiento ocupará un lugar destacado en el “desayuno sobre migración” informal de esta semana antes de la cumbre de la UE del jueves. Los desayunos, lanzados en junio de 2024 por la italiana Giorgia Meloni, la danesa Mette Frederiksen y el holandés Dick Schoof, se han vuelto muy influyentes en la narrativa sobre la migración en Bruselas.
En su carta, los ministros piden ampliar el uso de “soluciones nuevas e innovadoras” para contrarrestar la migración irregular y una mayor cooperación entre las agencias de la UE, las organizaciones internacionales y los países de la UE.
Si bien la carta evita nombrar modelos específicos, hace referencia a herramientas ya incorporadas en la legislación de la UE, como “acuerdos de terceros países seguros y centros de retorno”, y pide su puesta en funcionamiento a través de asociaciones a lo largo de las rutas migratorias.
El modelo de “centros de retorno”, para Italia ha defendido la posibilidad de enviar a las personas cuyas solicitudes de asilo han sido rechazadas. El país ha construido y opera –en un contexto legal diferente– dos instalaciones de este tipo en Albania, que se espera que sirvan como la primera implementación concreta de este modelo a partir de mediados de 2026.




