
El monasticismo surgió de un impulso profundo para retirarse, una búsqueda radical de la espiritualidad y la trascendencia. La palabra en sí proviene del griego μόνος (mólico), que significa «solo», que refleja el ideal del santo ermitaño que se retira del mundo para dedicar la vida por completo a lo divino. A finales del siglo III, en Egipto y Palestina, Los primeros monjes cristianos comenzaron a seguir este caminocreando formas de vida que luego darían lugar a una arquitectura distinta centrada en la reclusión.
Siglos después, sin embargo, este legado se enfrenta un destino incierto. Con el declive de las vocaciones religiosas de la década de 1960 en adelanteinnumerable Conventos y monasterios fueron vendidos, destruidos o reutilizado Como hoteles, centros culturaleso residencias. Incluso los pocos que mantienen su función original a menudo carecen de actualizaciones estructurales para satisfacer las necesidades contemporáneas. En este contexto, la arquitectura asume un papel crucial: ¿cómo puede Estos espacios se renovarán y reutilizarán ¿Sin convertirse en simples sets, despojados de la espiritualidad y la memoria que una vez los definieron?





