El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) calcula que el niño Édgar Gadiel Alvarado Castellanos, de cinco años, murió por asfixia causado por la obstrucción de las vías respiratorias; Sin embargo, la forma en que ocurrió el deceso ha generado dudas en los fiscales del Ministerio Público (MP).
Con nuevos indicios, se sospecha que el menor pudo haber sido víctima de violencia.
El hecho ha dejado consternada a la familia Alvarado Castellanos. El caso comenzó el 23 de diciembre, en una vivienda de la aldea Santa Ana Montúfar, San Juan Sacatepéquez, durante un convivio. En medio de la celebración, el niño desapareció.
La búsqueda continuó el 24 de diciembre y, hasta el 25, día de Navidad, fue localizada sin vida. Los fiscales del caso revisan lo ocurrido durante las primeras horas del rastreo, ya que el área boscosa donde fue hallado el cuerpo había sido inspeccionado los días 23 y 24.
sospechas
Investigadores y fiscales han entrevistado a familiares y amigos de los Alvarado Castellanos. Entre la información recabada surgió un sospechoso: alguien cercano a la familia. Se consultó al Inacif si realizaría más análisis en torno a la hipótesis de una muerte criminal y la institución respondió que “la investigación criminal le corresponde al Ministerio Público”.
El niño será inhumado en un cementerio de San Juan Sacatepéquez este sábado, 27 de diciembre, mientras que los fiscales recababan más indicios para esclarecer la muerte del menor.




