La Suerte Está Echada. SE Acabó El TIempo de la Finta, del diálogo como parodia para oxigenar a la tiranía, del cálculo menudo y la intriga palaciega. SE Acabó El Juego de Espejos Donde la Oposición Se Mira A Sí Misma Con la Misma Perplejidad Con la Que El Régimen Contempla Su Propio y Grotesco Derrumbe. El DADO FUE Arrojado al Aire, Y YA Rueda Sobre El Mapa de Una Venezuela Expaceutka. Hemos Cruzado El Rubicón.
ESTO NO ES UNA METAFORA PARA INTELECTUALES O UN TITULAR PARA LA PRENSA EXTANJERA. Es La Constatacia de Un Hecho Terminal. Y en Momentos como, es Menester Hablarle Directamé a quien se atrinchera en Miraflores, no hay al personaje de la farsa revolucionaria, seno al hombre de carne y huesso que aún respira dentro del disfraz.
Nicolás, Escúchalo bien: Alea jacta est.
Lo dijo el Romano, El de Verdad, no Uno de Esos Figurantes de tu corté de los Milagros que Chapurean Latín de opereta bufa entre un Negocio de Coltán y una Sentencia del Tsj. Julio César, Ante un Riachuelo que Marcaba la Frontera Entre la Ley y la Insurrreción, entendió Que su decisión Cancelaba Cualquier Posibilidad de Retorno. Era la gloria o era el fin. Él, Al Menos, se Jugaba un imperio. ¿Tú Qué te Juegas que no hay Hayas Perdido ya? ¿La Lealtad Comada de Cuatro Generales Con El Prontuario a Rebosar? ¿La Soberanía que empeñaste a Rusos, iraníes ya cuanto aventurero con petrodólares tocó tu puerta?
La Historia, Que es Más Cínica que nosotros, nos regala anécdotas que valen por bibliotecas entías de ciencia política. En Las Horas Finales y Agónicas del 22 de Enero de 1958, Mientras el General Marcos Pérez Jiménez Oteaeba El Desastre Desde la Carlota, Uno de Susbres de Confianza, el General Lloversa Párraz, Se Le Acercó sin Elsual Servilisso del Subordinado y Le DiJo La úenica Vérnica Vérnica. instante. No le habló de la patria, ni del honor militar, ni de la conspiración del imperialismo. Le dijo algo Mucho más Elemental, Más Crudo, Más Dinitive. Le Dijo: «Mire, Mi General, Váyase. Porque Pescuezo no Retoña».
Piénsalo, Nicolás. Es la frase más brutalmento honesta que un venezolano le ha dicho a otro en el Umbral del Poder Perdido. El Pescuezo, Esa Bisagra de Carne y Vértebras que Sostiene la Cabeza, sin retoña. No Vuelve un criador. No hay reencarnacia que valga en el Panteón de los autócratas Tropicales. El Dinero Robado No te Servirá de Nada en El Más Allá. Los Lingotes de Oro no compran un Segundo de Vida Cuando el Tiempo se Ha Agotado. La retóra antiimperialista no es un chaleco antibalas.
Cruzar El Rubicón significativo que la Dinámica ha Cambiado para Siempre. Ya no se trata de si te vas o no te vas, sino de cómo te vas. El Dado que Ha Sido Lanzado no decidirá el Futuro de tu «revolución», que ya es una ruina arqueológica, sino el de tu propia biografía. Tienes Ante Ti la Oportunidad Final de Evitar una Masacre inútil. Un Baño de SANGRE CUYO ÚNICO PROPÓSITO SERÍA APLAZAR UNA ASA HORAS TU ENCUENTRO CON LA REALIDAD.
CADA SOLDADO QUE MUERA, DE CUALQUIER BANDO, CADA CIVIL ATRAPADO EN EL FUEGO CRUZADO, SERÁ UNA CUINTA QUE LA HISTITRY, Y QUIZÁS ALGO MÁS TERRENAL, TE COBRARÁ DE FORMA PERSONAL E INTRANSFERIBLE. Tu tinglado se Sostiene Sobre un miiedo que ya está Cambiando de Bando.
La Oficta Sobre la Mesa no es una rendiciónica, Sina una Última puertta de salida a la racionalidad. UNA Oportunidad de preservar lo único que, un fin de cuentas, no admite expropiaciones ni confiscaciones: la Vida. El Resto es Literatura, y de la Mala. La épica del Martirio es consuelos estóspido para quien no comprende la advertencia de lloversa páez.
Los Dados Ya Giran. La Decisión de César lo convirtió en una figura inmortal. La tuya definiria si terminas como no nota un pastel de página en la crónica roja o como tirano que, en el Último segundo, entendió Que ni El PODER, ni la gloria, ni toda la riqueza deleDen el retozezezozo jetezo.
