Casi 48 horas después de que Salah hablara, esta era la oportunidad de Arne Slot de decir su opinión.
El lunes era festivo en Milán, pero la sala de conferencias de prensa dentro del San Siro todavía estaba llena. Es difícil imaginar una conferencia de prensa previa a un partido más esperada en los últimos tiempos.
Slot aprovechó su humor para empezar bromeando con un periodista diciendo que hacía cinco preguntas en una, pero minuto a minuto fueron surgiendo detalles y quedó claro quién mandaba.
Cuando BBC Sport le preguntó si entendía los comentarios de Salah cuando el egipcio dijo que estaba «arrojado debajo del autobús», Slot dijo: «Normalmente estoy tranquilo, soy educado pero no soy débil. Si un jugador tiene estos comentarios sobre tantas cosas, entonces depende de mí y del club reaccionar. Reaccionamos de una manera que se puede ver porque no está aquí».
Slot estaba en la delantera y luego fue respaldado por el portero Alisson, quien insistió en que el equipo del Liverpool apoya firmemente al entrenador que ganó la Premier League.
Ese respaldo de un jugador veterano fue crucial en una noche en la que se le preguntó a Slot si sentía que su autoridad estaba socavada por toda la saga.
Slot negó categóricamente que se sintiera así, aunque se sorprendió cuando escuchó las citas el sábado por la noche.
El técnico del Liverpool no profundizó demasiado en los detalles, insistiendo en que su conversación con Salah fue breve, pero dijo lo suficiente para explicar la situación sin inflamarla más.
Y, lo que es más importante, la puerta sigue abierta para Salah a pesar de que Slot dijo que «no tenía idea» de si el jugador de 33 años jugó su último partido con el club.
El club insiste en que esto se debió principalmente a que Salah puso en duda su propio futuro. Su posición es que Salah todavía tiene contrato y, como dijo Slot, es un «firme creyente» en la posibilidad de que un jugador regrese.
Después de 10 minutos de preguntas centradas únicamente en Salah, el responsable de medios del Liverpool, sentado junto a Slot, insistió en que era hora de pasar a las preguntas sobre el juego en sí.
Sin embargo, en última instancia, independientemente de cómo le vaya al Liverpool mañana contra el Inter de Milán, esta es una historia que seguirá dominando la agenda hasta que haya una resolución clara.




