News Americas, Nueva York, NY, 26 de febrero de 2025: PBS está celebrando la vida y el legado de Hazel Scott, el innovador pianista de jazz nacido en Trinidad, estrella de Hollywood y activista de derechos civiles, con el estreno de 'American Masters: la desaparición de la señorita Scott. ' El documental, transmitido el viernes 21 de febrero a las 9 pm ET en PBS y transmitiendo pbs.org/americanmasterS y la aplicación PBS, honra el Mes de la Historia Negra al brillar un foco de atención en el notable viaje de Scott.
Scott fue una fuerza pionera en el entretenimiento, conocida no solo por su extraordinario talento musical sino también por su intrépido activismo. Se convirtió en la primera estadounidense negra en presentar un programa de televisión sindicado a nivel nacional, pero su creciente estrellato fue descarrilado abruptamente cuando fue en la lista negra durante el susto rojo de la década de 1950.

Una vida de música, activismo y triunfo
Nacido en Puerto España, Trinidad, en 1920, Hazel Scott fue un prodigio musical desde una edad temprana. Entrenada por su madre, una pianista y profesora de música de formación clásica, rápidamente mostró un regalo natural para el piano. Con solo cuatro años, dejó el Caribe con su madre y su abuela, estableciéndose en Harlem, Nueva York, donde se convertiría en uno de los músicos de jazz más famosos de su tiempo. A la edad de ocho años, Scott ya había llamado la atención del profesor Walter Damrosch en la Juilliard School of Music, donde se convirtió en una de las estudiantes más jóvenes en entrenar bajo la prestigiosa institución.
Su exposición temprana a la próspera escena de jazz de Harlem dio forma a su carrera, lo que llevó a actuaciones con músicos legendarios como Max Roach y Charles Mingus en lugares icónicos como Café Society, The Cotton Club y Carnegie Hall. Estas experiencias solidificaron su lugar en la historia de la música como pianista virtuoso conocido por combinar música clásica con improvisación de jazz.
Los talentos de Scott pronto llamaron la atención de Hollywood, donde rompió barreras raciales al aparecer en películas como ella misma, negándose a asumir roles degradantes. Ella protagonizó películas como Algo de lo que gritar, lo doetoy Rapsodia en azulmostrando sus extraordinarias habilidades y demostrando que los artistas negros podrían brillar en la pantalla grande sin comprometer su dignidad.
En 1950, Scott hizo historia una vez más cuando la red de televisión Dumont le dio su propio programa de televisión, «The Hazel Scott Show», convirtiéndola en la primera estadounidense negra en organizar un programa sindicado a nivel nacional. El programa contó con las actuaciones musicales de Scott junto a grandes del jazz como Charles Mingus y Max Roach, atrayendo al público en todo el país.
Un luchador por los derechos civiles
Más allá de su carrera musical y de Hollywood, Scott fue un apasionado defensor de los derechos civiles. Se negó a actuar antes del público segregado, exigiendo el mismo trato para los artistas negros. También dirigió una huelga de actores cuando un director de cine intentó vestir a los actores negros con trajes andrajoso, desafiando la representación de Hollywood de los negros. En un momento decisivo, Scott demandó a un restaurante por rechazar su servicio, enfrentarse a la discriminación racial en los espacios públicos.

En 1945, se casó con Adam Clayton Powell Jr., el primer congresista negro estadounidense de Nueva York, consolidando aún más su papel en la lucha por la igualdad racial. Juntos, formaron una pareja de poder dedicada al progreso social y la justicia.
El susto rojo y su exilio
A pesar de su éxito, la carrera de Scott dio un giro devastador en la década de 1950 cuando se convirtió en víctima de la lista negra de la era McCarthy. En un movimiento audaz, testificó ante el comité de actividades no estadounidenses de la Cámara, defendiéndose a sí misma y a sus colegas contra las acusaciones de los lazos comunistas. Su postura abierta llevó a los ejecutivos de Hollywood y la televisión que cortaron los lazos con ella, terminando efectivamente su carrera en los Estados Unidos.
Después de su lista negra, Scott salió de América y se mudó a París, donde continuó actuando y grabando música. Sin embargo, su influencia y contribuciones fueron borradas en gran medida de la historia estadounidense convencional, hasta ahora.
PBS honra su legado
'La desaparición de la señorita Scott'es el primer documental en explorar exhaustivamente la vida de Scott, asegurando que su historia ya no se pase por alto. Con imágenes de archivo, clips de rendimiento raros, animación y entrevistas exclusivas, la película captura el genio musical de Scott y su inquebrantable lucha por la justicia.
El documental también incluye extractos de la autobiografía inédita de Scott, traída a la vida por la actriz jamaicana estadounidense, la actriz ganadora del premio Emmy, Sheryl Lee Ralph. Entrevistas con la estrella country Mickey Guyton, las actrices Amanda Seales y Tracie Thoms, los músicos de jazz Camille Thurman y Jason Moran, y Adam Clayton Powell III, el único hijo de Scott, proporcionan una visión adicional de su legado. La biógrafa Karen Chilton, que ha investigado ampliamente la vida de Scott, también comparte su experiencia.
Un reconocimiento desde hace mucho tiempo
Las contribuciones pioneras de Scott a la música, la televisión y los derechos civiles la convierten en una de las figuras más importantes pero subestimadas en la historia del entretenimiento. Su historia es de talento, coraje y resistencia, y 'American Masters: la desaparición de la señorita Scott'Asegura que su legado finalmente tenga el reconocimiento que merece.
A través de este documental, PBS no solo celebra la brillantez de Hazel Scott, sino que también reafirma su lugar en la historia como un artista y activista triniteniano que pideos pioneros cuyo impacto continúa inspirando a las generaciones.




