
Los diminutos robots llenos de medicamentos son guiados a través de los vasos sanguíneos mediante imanes.Crédito: Luca Donati/lad.studio Zürich
Un robot controlado a distancia del tamaño de un grano de arena puede nadar a través de los vasos sanguíneos para administrar medicamentos antes de disolverse en el cuerpo. La tecnología podría permitir a los médicos administrar pequeñas cantidades de medicamentos en sitios específicos, evitando los efectos secundarios tóxicos de las terapias en todo el cuerpo.
Los microrobots, guiados por campos magnéticos, trabajan en los vasos sanguíneos de cerdos y ovejas, demostraron los investigadores en un artículo publicado en Ciencia el 13 de noviembre1.
El sistema aún no se ha probado en personas, pero es prometedor porque funciona en un cuerpo de tamaño aproximadamente humano y porque ya se ha demostrado que todos sus componentes son biocompatibles, dice Bradley Nelson, ingeniero mecánico del Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH) en Zurich, quien codirigió el trabajo.
Alrededor de un tercio de los medicamentos desarrollados que no llegan al mercado lo hacen porque son demasiado tóxicos2dice Nelson. El equipo dice que los microrobots permitirían administrar cantidades más pequeñas de medicamentos directamente en las áreas afectadas, reduciendo así los posibles efectos secundarios. La técnica podría usarse para atacar bloqueos o tumores cerebrales que causan accidentes cerebrovasculares.
«Las demostraciones son convincentes, pero aún preclínicas», dice Wei Gao, ingeniero médico del Instituto de Tecnología de California en Pasadena, cuyo equipo ha desarrollado un sistema robótico alternativo de administración de medicamentos. Pero si los estudios avanzan sin problemas, los robots de administración de medicamentos controlados a distancia podrían usarse en las primeras aplicaciones médicas dentro de cinco a diez años, afirma.

Crédito: ETH Zurich
Medicamentos entregados por robots
Los investigadores han explorado cómo utilizar Pequeños robots para entregar medicamentos durante décadas.incluso dirigiéndolos mediante ultrasonidos y dispositivos giratorios que imitan a las bacterias.
El sistema desarrollado por el equipo de ETH consiste en llenar una pequeña perla de gelatina con un fármaco, así como con nanopartículas de óxido de hierro magnético, que permite controlar su movimiento mediante campos magnéticos que rodean al paciente.
En pruebas en cerebros de cerdos y ovejas, el equipo demostró que podían usar un catéter para insertar los robots, antes de hacerlos rodar por los bordes de los vasos sanguíneos, nadar contra la corriente o navegar con la corriente a velocidades de hasta 40 centímetros por segundo. Utilizaron imágenes de rayos X para observar y maniobrar los robots en tiempo real con precisión milimétrica. En ensayos con cerdos, el equipo demostró que en más del 95% de los casos, los medicamentos se administraron en el lugar correcto.




