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A la ponencia de archivo de la reforma tributaria radicada este jueves en la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes se le sumó la del Senado, presentación por Efraín Cepeda.
El expresidente del Senado logró recolectar 10 firmas de 17 y, aunque no se ha votado la iniciativa, significaría que el gobierno no tiene las mayorías en esa corporación, por lo que está virtualmente hundida la reforma.
«Es una mayoría absoluta para que esta reforma tributaria no le golpee el bolsillo a las clases más bajas y medias de la población. Hablo de las clases bajas porque con el impuesto al carbono se incrementa el precio de la gasolina y tenemos en el país 12 millones de motos de las clases bajas y medias de la población para el transporte y subsistencia», aseguró Cepeda.
Este fue el documento de la ponencia de archivo para la reforma tributaria presentado por Cepeda. Foto:archivo particular
La ponencia está respaldada por los senadores Juan Pablo Gallo, Ciro Ramírez, Juan Carlos Garcés, Antonio Zabaraín, Mauricio Gómez, Liliana Bitar, Jairo Castellanos, Karina Espinosa y María Angélica Guerra.
“Consideramos que la iniciativa no responde a las necesidades estructurales del país y sus efectos podrían agravar la situación fiscal, afectando la inversión, el ahorro y el empleo”, señalan los congresistas en el documento firmado.
La ponencia presentada en la Cámara
En la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes se radicó ayer la ponencia de archivo a la reforma tributaria, que no tiene el mejor ambiente en las comisiones económicas del Congreso.
El documento fue presentado por la representante Katherine Miranda, quien argumentó que Colombia no aguanta más impuestos.
«Una reforma que hoy pretende recaudar 26 billones de pesos, metiéndole la mano al bolsillo a los colombianos que ya no aguantan más impuestos. Esta reforma afecta directamente a los más pobres ya la clase media e insiste en subir aún más el costo de la gasolina, pese a que el presidente Gustavo Petro diga lo contrario. Ese aumento golpea a los campesinos, a los transportadores ya los trabajadores, y termina encareciendo los alimentos y la vida de todos los colombianos», señaló.
Katherine Miranda, representante de la Alianza Verde. Foto:Prensa Cámara
Y agregó: «Radico esta ponencia de archivo porque esta reforma sí afecta a quienes menos tienen y porque el país no necesita más reformas ni más impuestos. Lo que Colombia necesita es un gobierno austero que deje de derrochar los impuestos de los colombianos en viajes, en comitivas, en lujos y en gastos innecesarios. Un gobierno que recorte la contratación excesiva, que cierre las embajadas que no sirven y que por primera vez se apriete el cinturón y deje de cargarles sus errores a los colombianos».
Dentro del documento de la ponencia se argumenta que Colombia no necesita una reforma que suba la tributación agregada a hogares y empresas. Para el congresista, este proyecto deteriora la competitividad, castiga a las familias formales, encarece la producción, golpea la inversión y debilita el crecimiento.
Esta es la ponencia de archivo para la reforma tributaria. Foto:archivo particular
«En vez de simplificar y dar estabilidad, propone más tarifas, más bases y más tributos superpuestos. Lo diré con números: el texto eleva la presión sobre las personas naturales —subiendo tarifas hasta 41%, gravando inflaciones y desmontando deducciones—; castiga el ahorro y el mercado de capitales encareciendo dividendos para residentes; mantiene a Colombia con 35% de renta empresarial cuando la OCDE promedia 23%, y encima sube el dividendo a inversionistas extranjeros; reactiva un impuesto al patrimonio más amplio y más caro; y recarga de insumos productivos vía un impuesto al carbono que no es ambiental, sino recaudatorio. Todo ello mientras reintroduce un 1% sobre ingresos brutos a la extracción de hidrocarburos y carbón, y añade más disposiciones antitécnicas que traban la economía real”, señala el documento.
A pesar de estos puntos negativos, en la ponencia se rescatan algunos puntos positivos de la iniciativa, como alivios, conciliaciones y un bono de transición energética, que se “pueden aprobar en una ley aparte sin abrirle la puerta a la reforma”.
MARÍA ALEJANDRA GONZÁLEZ DUARTE
Redacción Política




