
El contexto incluye todo lo que da forma al comportamiento inteligente: documentos, datos estructurados, memoria de interacciones anteriores, flujos de trabajo, políticas e incluso fuentes no estructuradas como audio o vídeo. Unir todo el contexto relevante y transmitirlo a la IA es lo que le permite tomar decisiones relevantes, consistentes y responsables.
En resumen, estamos pasando de un mundo impulsado a uno contextual, y de instruir a la IA a equiparla.
El desafío de la variedad y escala de los datos
Construir esta capa de contexto no es sencillo. Durante décadas, las empresas han luchado por gestionar datos estructurados de sistemas como ERP, CRM y diversas plataformas de análisis. Hoy en día, el panorama es aún más complejo porque el contexto viene de todas partes: transcripciones de chat, tickets de soporte, transmisiones de sensores, videos, contratos, archivos PDF y más.




