
Hace varios días, cuando uno de los casos casi sin cargos de extralimitación judicial en los que los agentes demócratas partidistas en túnicas negras emitieron órdenes absurdas que retrasan las órdenes presidenciales que involucran problemas de inmigración o reformas de gastos u otros cambios dentro del único triunfo de la rama ejecutiva se dirigieron a la Corte Suprema para la revisión, esta columna discutió un pie Amy Coney Barrett por ponerse del lado de los demócratas.




