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La Selección Colombia termina el 2025 como la tercera mejor de Suramérica, en el podio del Mundial Sub-20, con un jugador en la élite del fútbol mundial y un bien ganado prestigio de equipo talentoso y luchador. Hemos vuelto a ser el rival que nadie quiere cruzarse en una Copa Mundo. ¿Quién podría quejarse de eso?
¡Nosotros! Somos la razón de ser de la frase 'van pa'l cielo y van llorando', renegamos de cada buena cosa que nos pasa como si fuera una maldición y lo tomamos todo como un ataque personal, imperdonable, inolvidable. Es como tratar de interactuar en un jardín infantil de 50 millones de alumnos… un concierto de caos.
Selección Colombia Foto:AFP
Realidad vs expectativa de Colombia en el Mundial
Colombia llegará al Mundial a disputarle a Portugal el primer lugar del grupo K y no a hacer cuentas, como pasaba antes. sabra que cristian ronaldo es legendario pero vulnerable porque ya Jaime y Durán lo tuvieron de compañero en el vestuario, hablará en su idioma porque ya Richard Ríos y Arias lo dominan y, con Luis Díaz, mirará de frente a vitinha ya Neves (como cuando les hizo un doblete en Champions) sin tener que pedirles la camiseta porque ya hasta Yamal se pone la del guajiro. Será una charla entre iguales en la que ellos serán favoritos pero nosotros seremos amenazantes.
Aprenderemos que en la Copa Mundo no se eligen rivales porque a nadie se teme en la víspera, creceremos jugando casi de locales y asumiremos los golpes con la misma entereza que las alegrías porque es lo que corresponde a un finalista de Copa América, al que superó a brasil y Uruguay en las clasificatorias y al que ya no espera “hacer buenos papeles” sino ganar trofeos.
O nos esconderemos bajo la mesa cuando cristiano nos cante el himno a unos cuantos metros, empezaremos a sufrir desde ahora porque en una de esas nos cruzamos con Inglaterra (verdugo en 2018), les daremos la razón a todos los que nos llamen 'pecho fríos' y nos tiren encima la falta de contexto y haremos de los cuartos de final de Brasil 2014 una condena en vez de una motivación. Depende de nosotros… de nadie más.
cristiano ronaldo} Foto:EFE
El dominio del ego, la tarea del jugador y el hincha
En el camino, en un mundo ideal -e irreal-, asumiremos la crítica, vengamos en los términos que vengan, como parte del paisaje. Sabremos que nada es personal, ni tan ofensivo, ni siquiera tan importante.
Respetamos el trabajo del otro por más antipático que nos resulte y dejaremos de fabricar enemigos externos que no hacen más que radicalizarnos… como si fuera eso todavía posible. Sabremos dónde nace el hincha, dónde el periodista, dónde el amigo o el enemigo sin asumir que viene con un punal bajo la manga. A veces la paranoia.
Entenderemos el rol de cada uno sin tirar a la hoguera a las promesas, a las leyendas ya las nuevas figuras por el tan humano hecho de cometer un error y dejaremos de proyectar en ellos, que solo son culpables de tener una pizca más de talento y suerte, toda nuestra frustración.
James Rodríguez, gol con Colombia Foto:AFP
En 2026 nos permitiremos la dosis justa de madurez y cordura para hacer parte del juego sin morir en el intento. No nos mataremos en las calles por pura felicidad ni nos golpearemos en los bares por tristeza física. Nos despertaremos después de la final del Mundial otra vez sin trofeos, probablemente. Y encontraremos otra razón para odiarnos después de julio. Porque así somos. Como decía mi abuelo: 'no sufra mija, cada quien decide si será con machete o con veneno'…
Opinión
Jenny Gamez
Editora de Futbolred
@JennyGamezA




