Evidentemente, ser consciente del valor nutricional de los alimentos que ingerimos es fundamental para un organismo sano. Consumir la combinación adecuada de carbohidratos, proteínas y grasas saludables ayuda a mantener los músculos fuertes y los órganos funcionando de la forma prevista por la naturaleza. Nuestras mentes no son diferentes, y comer alimentos ricos en ciertos nutrientes puede ayudar a aliviar la confusión mental y devolver nuestros recuerdos a donde estaban cuando éramos más jóvenes. Dado que la mayoría de nuestros cuerpos se alimentan de los alimentos más saludables, parece natural que alimentemos nuestra mente de la misma manera. Se han realizado extensas investigaciones para estudiar los efectos de ciertos minerales y vitaminas en relación con la función cerebral. Es de sentido común que el azúcar, aunque es un estimulante temporal, pierde rápidamente su brillo, y aunque nos sentimos muy vivos y vivos después de comer una barra de chocolate, al cabo de una hora o dos nuestros cuerpos se vuelven lentos y menos receptivos. Nuestras mentes, y por lo tanto nuestra memoria, se sentirían igualmente altibajos si nos alimentaran con una dieta de dulces. Una dieta sensata es importante para fortalecer la memoria. Se dice que los alimentos ricos en antioxidantes apoyan la función de la memoria. Los beneficios de los antioxidantes suelen asociarse a la lucha contra el cáncer y desempeñan un papel positivo en determinadas enfermedades cardíacas. Ahora, sabiendo que también contribuyen a mejorar la función de la memoria, parece natural tenerlos como un alimento básico en su dieta diaria. Algunos ejemplos de alimentos ricos en antioxidantes fácilmente disponibles incluyen zanahorias y ciertos tipos de nueces. El té verde también es una excelente fuente de antioxidantes y sus beneficios van mucho más allá de mejorar la memoria.

Otro producto que ayuda con la función de la memoria es la soja. Comer alimentos como el tofu ofrece beneficios que ayudan a mejorar la memoria. Otra gran fuente de soja es la leche de soja, que está disponible en la mayoría de las tiendas de comestibles. Muchas tienen sabor y el sabor, aunque no es exactamente el mismo que el de la leche de vaca, muchas personas lo consideran atractivo. La soja también ofrece muchos otros beneficios al cuerpo, y saber que puede ayudar a mejorar la memoria es un buen estímulo para probarla y posiblemente convertirla en una parte regular de su dieta. La mayoría de las personas usan aceite de alguna forma para cocinar, y si elegir un tipo específico de aceite puede mejorar su memoria, parece que tiene sentido incorporarlo a su cocina diaria. El aceite de oliva es una opción saludable por muchas razones, incluidos sus efectos sobre la función de la memoria. Usarlo para cocinar o como aderezo para ensaladas es una forma saludable de trabajar para reducir la confusión mental y mejorar la claridad de la memoria. Es otro paso para sentirse seguro de que está haciendo todo lo posible para garantizar que su memoria se mantenga nítida. Ajustar la dieta para compensar los efectos de la pérdida de memoria parece una solución perfecta. Con tan solo un pequeño cambio en el consumo de determinados alimentos, cualquiera puede sentir que no sólo está comiendo más sano, sino también mejorando su memoria.
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