Desde hace siete meses, Helen Pidd sigue de cerca lo que ocurre en Lancashiresu condado de origen.
Es uno de los 10 ayuntamientos que la reforma ha asumido, lo que potencialmente es un gran indicador de lo que podría pasar si el partido de Nigel Farage entrara en Downing Street. Estaba interesada en ver si la agenda 'anti-despertar' de Reform se derrumbaría cuando se enfrentara a las frías y duras realidades del gobierno local o si el partido demostraría ser más competente de lo que la gente esperaba.
El consejo estaba en problemas financieros cuando Reform asumió el control y prometió importantes recortes de costos al estilo Doge. Dijo que esperaba reducir el desperdicio y reducir las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión. Pero, unos meses después, las cosas empezaron a parecer que se estaban poniendo complicadas. Un plan para cerrar una residencia de ancianos enfureció a sus residentes, mientras que se presentaron un número récord de quejas contra los concejales reformistas.





