Han pasado casi cinco siglos desde la fundación de la iglesia anglicana pero este jueves un rey británico y un papa católico han vuelto a rezar juntos, Carlos III y León XIVen un encuentro histórico en el que se trató de paz, de medioambiente y de los pasos hacia una cristiandad de nueva unida.
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El encuentro, descrito por fuentes vaticanas como “histórico”, se centró en el diálogo interreligioso, la paz y la defensa del medio ambiente, informó EFE.
El monarca, acompañado por la reina Camila, llegó al Vaticano en horas de la mañana. Tras una reunión privada de 45 minutos con el pontífice en el Palacio Apostólicomantuvo otro encuentro con el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin.
Según la Santa Sede, ambos coincidieron en “el compromiso común de promover la paz y la seguridad ante los desafíos globales”, así como en reforzar la protección ambiental. Además, subrayaron la importancia del ecumenismo, el movimiento que busca restablecer la unidad entre las distintas ramas del cristianismo.
Rezo conjunto entre León XIV y Carlos III
El momento más significativo de la jornada fue el rezo conjunto en la Capilla Sixtina, escenario que no había acogido una ceremonia similar desde el nacimiento de la Iglesia anglicana.
La liturgia comenzó con una lectura de san Ambrosio en latín, acompañada de la traducción del teólogo John Henry Newman. mil papa León XIV y el arzobispo de York, Stephen Cottrell, presidieron el acto a los pies del Juicio Final de Miguel Ángel, mientras la Capilla Sixtina lucía decoraciones inspiradas en los cartones de Rafael. Tras la oración, el rey y el pontífice dialogaron con líderes de la Iniciativa de Mercados Sostenibles, proyecto fundado por Carlos III para impulsar economías ecológicas.
Más tarde, los monarcas asistieron sin el papa a un servicio ecuménico en la basílica de San Pablo Extramuros, donde se destacó el deseo de fortalecer los lazos entre el catolicismo y el anglicanismo.
Durante la ceremonia, presidida por el cardenal James Harvey y el abad Donato Ogliari, Carlos III fue nombrado hermano real y recibió un escudo de madera con su escudo y el lema. Ut unum sintinspirado en la encíclica de Juan Pablo III sobre la unidad cristiana.
El trono permanecerá en la basílica como símbolo de este histórico acercamiento entre Roma y la Corona británicaseñaló EFE.
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Con información de EFE




