Casi tres años después, Sandor Martín (43-4-0, 15 KO) regresó a casay lo hizo a lo grande. En el Bilbao Arena prácticamente no cabía un alfiler. El catalán volvió en su segunda casa y le dio el recibimiento que merecía. El combate no fue lo esperado, ya que Yanis Kurylenko (14-2-0, 8 KO) presentó un combate sucio, con embestidas y golpes ilegales. Una guerra de guerrillas de la que el español supo salir, pero con incomodidad. Sandor terminó imponiéndose en un combate complicado por decisión unánime, con el Mundial en el punto de mira. «Me gustaría hacer más peleas, encontrar mi punto de forma correcto. He entrenado bien para esta pelea, he intentado dar lo mejor, pero no me voy con un buen sabor de boca y me toca trabajar más duro para optar a cosas más grandes en 2026. Soy muy exigente conmigo mismo, no me puedo engañar”, declaró el catalán tras la victoria.
Sandor salió con todo, muy fuerte y agresivo. El ucraniano no se quedó atrás, lanzándose a por él, pero las manos del español entraban con más claridad. Kurylenko presionaba, poniéndole contra las cuerdas. Martín sabía salir y le daba la vuelta a la situación, con una gran movilidad y exigencia, aunque el ucraniano le incomodaba metiéndole la cabeza y el árbitro tuvo que llamarle la atención. El catalán se mostró muy serio con una gran defensa. En el segundo round, Sandor hizo un gran movimiento de piernas, golpeando con la mano adelantada y esquivando. Yanis se pegaba a él para intercambiar a la corta distancia, haciendo un combate muy incómodoy volvió a ser advertido. No bajaba la intensidad el ucraniano, que se mantenía en modo arrollador, ganándose los abucheos del público. El español se veía molesto por las acciones de su oponente.
“¡Estás en Bilbao, Sandor!”animaban los fans al catalán. Tras un golpe detrás de la cabeza, el árbitro finalmente le quitó un punto a Kurylenko. El español salió más agresivo y le hizo daño recibiéndole con la mano adelantada. Martín veía el hueco y clavaba sus manos ante las embestidas del ucraniano, que cada vez lucía más cansada. Recibía con la mano atrasada y metía el pesoviniéndose arriba y sintiéndose cada vez más cómodo, tocando y moviéndose. Insistía Yanis con los agarrones y las embestidas, llegando incluso a ir ambos al suelo. El árbitro tuvo que intervenir nuevamente. Kurylenko incluso intentó sacarlo entre las cuerdas. Cruzaba golpes a Sandor, tocando abajopero el ucraniano siguió a lo suyo hasta que tocó la campana.
El español se reencontró con la victoria tras su asalto al trono del peso superligero del CMB ante Alberto Puello (24-1-0, 10 KO). Un triunfo que le sirve para mantenerse en lo más alto del ranking y que su nombre siga sonando para las grandes peleas. El Mundial sigue en el punto de mira y es el objetivo para 2026. “Sabía que podía pasar, que era una opción, y, desgraciadamente para mí ha pasado. Ha intentado romperme el ritmo con un boxeo de mucha presión, pero sin boxear. Simplemente, a ir al frente y cortar el ritmo. Ha hecho lo suyo, lo entiendo, ha sido la pelea que ha sido. Me quedo con un sabor de boca agridulce, me hubiera gustado ofrecer un mejor boxeo. En el primer asalto he notado una molestia en la costilla flotantecomo que se me encajaba y desencajaba en muchos momentos de la pelea y me frenaba en algunas acciones. No es una excusa, he hecho la pelea que tenía que hacer, pero Esa molestia me ha condicionado un poco. Ha sabido llevarme a su terreno, me he impuesto por la mínima y venía a hacerme trabajar”, declaró Sandor. 2026 viene con grandes cosas para el español.
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