La votación comienza en Somalilandia en medio de tensiones regionales y esperanzas de reconocimiento internacional después de 30 años de autogobierno.
La votación está en marcha en las elecciones presidenciales en la región separatista de Somalilandia en Somalia.
Se espera que más de un millón de personas voten el miércoles en más de 2.000 colegios electorales.
Con la vista puesta en un controvertido acuerdo con Etiopía y la próxima presidencia de Donald Trump en Estados Unidos, los candidatos han dicho que esperan lograr finalmente el reconocimiento internacional de Somalilandia después de más de tres décadas de autogobierno de facto.
El presidente Muse Bihi Abdi, del gobernante Partido Kulmiye, busca un segundo mandato después de siete años en el cargo, durante los cuales ha impulsado ese intento de reconocimiento.
Sus rivales también apoyan la causa. Abdirahman Mohamed Abdullahi, del principal partido opositor, el Partido Waddani, hizo campaña con una plataforma de reformas democráticas y cohesión social, mientras que Faisal Ali Warabe, del Partido Justicia y Bienestar, aboga por un gobierno de unidad nacional.
La votación estaba prevista inicialmente para 2022, pero los legisladores optaron por ampliar el mandato de Bihi dos años.
Controversia por acuerdo portuario
Somalilandia, que ocupa una posición estratégica cerca de la entrada al Mar Rojo en el extremo noroeste de Somalia, declaró unilateralmente su independencia en 1991. Desde entonces ha sido más estable y pacífica que el resto del país.
La autoproclamada república tiene su propio dinero, pasaportes y ejército. Sin embargo, no está reconocido por ningún país del mundo, lo que restringe el acceso a las finanzas internacionales y la capacidad de sus seis millones de habitantes para viajar.
El gobierno de la capital, Hargeisa, espera cerrar pronto un controvertido trato con la vecina Etiopía. Firmado en enero, el acuerdo otorgaría a Addis Abeba acceso al mar. A cambio, Etiopía, sin salida al mar, proporcionaría una “evaluación en profundidad” del reconocimiento.
El trato despertó furia en Somaliaque lo considera una violación hostil de su soberanía, lo que genera temores de conflicto en la inquieta región. Sin embargo, ninguno de los candidatos de la oposición ha criticado el acuerdo.
Addis Abeba es un importante contribuyente a una fuerza de mantenimiento de la paz en Somalia que lucha contra las fuerzas islamistas allí. Pero el acuerdo ha acercado a Somalia a los rivales históricos de Etiopía, Egipto y Eritrea.
Somalilandia también es optimista en cuanto a que la administración entrante de Trump revisará el reconocimiento de larga data por parte de Washington de la soberanía de Mogadiscio sobre Somalilandia.
Varios altos funcionarios del Departamento de Estado que trabajaron en la política africana durante el primer mandato de Trump han expresado públicamente su apoyo al reconocimiento de Somalilandia.




