
Los acuerdos de libre comercio que los presidentes democráticos y republicanos negociaron en los años 90 y 2000 devastó la fabricación estadounidense. Cientos de miles de trabajadores industriales perdieron sus empleos después de la aprobación del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte y el estado comercial de Nación más favorecido para China. Se cerraron decenas de miles de fábricas. Las comunidades de este país fueron testigos del colapso de los motores económicos históricos. La esperanza del futuro se derrumbó.




