El Salvador está elaborando una narrativa turística convincente, un marcado contraste con el panorama de apenas unos años antes. Según la ministra de Turismo, Morena Valdez, la nación está en camino de superar las expectativas para fines de 2025, logrando potencialmente un número de visitantes sin precedentes.
Valdez destacó la creciente confianza internacional, la mejora de la seguridad y la importante inversión privada como factores clave, posicionando el turismo de El Salvador como una estrella en ascenso en Centroamérica, un destino que ofrece playas atractivas, cultura cautivadora y abundantes oportunidades.
«Esto no es sólo crecimiento; es transformador», enfatizó Valdez. En octubre se registraron ganancias impresionantes y las reservas cercanas a su capacidad para noviembre y diciembre sugieren un sector hotelero próspero. Los hoteles y hostales, particularmente en el Centro Histórico de San Salvador y las cada vez más populares áreas de Surf City 1 y 2, están en gran medida llenos, convirtiendo lo que alguna vez fue una tendencia estacional en una actividad constante durante todo el año.
Un salto de 3 a unos notables 4 millones de visitantes
Los datos ilustran un rápido aumento. Para septiembre de 2025, El Salvador ya había recibido aproximadamente 2,9 millones de visitantes, llegando a 3 millones a principios de octubre. Las proyecciones actuales indican una cifra sustancial de 4 millones de visitantes para diciembre, lo que efectivamente duplicará las cifras anteriores a la pandemia y marcará un logro histórico para la nación. Este aumento está impulsado no sólo por un renovado interés mundial en los viajes, sino también por esfuerzos específicos para restaurar la confianza en la seguridad y el atractivo del país.
Valdez atribuyó esta tendencia positiva a una confluencia de factores: procedimientos de visa simplificados, mejoras en la infraestructura y un esfuerzo de marketing estratégico que muestra las diversas atracciones de El Salvador, desde caminatas por volcanes hasta lugares para practicar surf de clase mundial. Para una nación a menudo eclipsada por sus vecinos, estos logros representan un cambio sustancial, posicionando a El Salvador como un destino digno de mención dentro de las Américas.
Eventos de alto impacto impulsan el turismo en El Salvador
El final de 2025 promete una atmósfera vibrante, con varios eventos importantes diseñados para atraer visitantes y ampliar la base turística. Los entusiastas del surf se reunirán para tres importantes competencias internacionales: dos en La Libertad y una en Punta Mango, famosa por sus olas excepcionales que han colocado a El Salvador en un lugar destacado en el escenario del surf internacional. Además, un número creciente de pescadores, en su mayoría de Estados Unidos, se están inscribiendo en el Torneo Internacional de Pesca de Marlin, lo que promete capturas emocionantes y oportunidades sociales.
Agregando un toque de emoción deportiva, un juego de exhibición con legendarios jugadores de fútbol españoles retirados, incluido el conocido jugador salvadoreño Jorge «Mágico» González, llenará los estadios y generará entusiasmo entre los fanáticos. Estas reuniones no son sólo para entretenimiento; estimulan la economía, beneficiando no sólo a los hoteles sino también a los restaurantes, los operadores turísticos y los mercados artesanales locales. Como señaló Valdez, elevan el perfil de El Salvador, transformando a los turistas primerizos en embajadores leales.
Importantes inversiones en hoteles e infraestructuras
Entre bastidores, la confianza del sector privado está impulsando un auge de la construcción. En San Salvador, el proyecto JW Marriott avanza rápidamente, con el objetivo de convertirse una vez finalizado en el hotel de lujo más innovador de Centroamérica. Esta tendencia no es única, ya que los desarrolladores invierten significativamente en Surf City, la capital, y el revitalizado Centro Histórico, donde se anticipan planes para hoteles de alta gama.
«La inversión turística no se da de manera espontánea, es el resultado de cultivar la confianza durante tres años», aclaró Valdez. Los proyectos públicos son igualmente ambiciosos. El área recreativa planificada en la Costa del Sol ofrecerá servicios de calidad de centro turístico a precios asequibles, atendiendo a familias y viajeros individuales que buscan relajación junto al Pacífico.
El Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU) ha renovado las Cabañas del Cerro Verde, transformándolas en retiros amigables con el medio ambiente que combinan comodidad con protección ambiental dentro de los impresionantes paisajes de las tierras altas.
Los vecinos acuden al norte
La atracción magnética de El Salvador está resonando en toda la región. Los vecinos centroamericanos, especialmente los de Honduras y Guatemala, están llegando en mayor número, ayudados por su cercanía y mejores carreteras. En octubre pasado, durante la Semana Morazánica –una celebración del patrimonio compartido– los hoteles a lo largo de la costa estaban completamente llenos, con autos hondureños y guatemaltecos vistos en Ataco, Ahuachapán, la región de Apaneca y la hermosa Ruta de las Flores. Los itinerarios también están cambiando, ya que los visitantes ahora combinan sin esfuerzo exploraciones de ciudades coloniales, aventuras laberínticas y viajes a la playa, creando viajes de varios días para experimentar lo mejor de las atracciones compactas del país.
Curiosamente, incluso países más lejanos como Panamá y Costa Rica ahora los visitan, y a menudo comienzan su viaje en el Centro Histórico de San Salvador. Atraídos por su renovación urbana (que incluye calles para caminar, arte callejero brillante y vida nocturna segura), estos viajeros están encontrando una energía cultural que es a la vez emocionante y segura. Este entusiasmo generalizado está fortaleciendo las conexiones regionales, y el turismo actúa como una especie de diplomático de poder blando.
Cuando la sostenibilidad se une a la prosperidad
Sin embargo, en medio de todo este entusiasmo, también hay un creciente interés en el cuidado del medio ambiente. En lugares populares como Punta Roca, un conocido lugar para practicar surf, existen reglas estrictas (no se permite el alcohol y todos deben llevar su basura consigo) para garantizar que el área se mantenga hermosa para las generaciones futuras. Esta actitud también incluye programas donde lugareños y visitantes trabajan juntos para proteger la naturaleza, desde los bosques de manglares hasta los arrecifes de coral.
El beneficio general es significativo. El turismo de El Salvador, junto con la construcción, se ha convertido en un importante motor de la economía del país, creando empleos, atrayendo inversiones internacionales y mejorando la posición del país en el escenario mundial. Desde profesores de surf en El Zonte hasta cocineros en los modernos restaurantes de San Salvador, las oportunidades laborales se están extendiendo, empoderando a las comunidades locales e incluso reduciendo el deseo de abandonar el país. Es un enfoque inclusivo que da la bienvenida a todas las personas, incluidos mochileros y viajeros de alto nivel, y enfatiza la prioridad de la sostenibilidad para que el entorno natural de El Salvador permanezca protegido.




