Los sueños… sueños hijo. Pero a eso se aferra Turquía para regresar a su primer Mundial desde el tercer puesto obtenido en Corea y Japón 2002. Para ello, deberá imponerse a España -que todavía no ha encajado- en la última jornada por una diferencia de siete goles. Pero al menos han asegurado la 'repesca' tras imponerse por la mínima (2-0) ante Bulgaria.
No se esperaba otra cosa. Y es que, a pesar de que el partido no se disputase en Estambul, el Timsah Arena de Bursa fue una auténtica 'caldera' desde antes de que el balón se pusiese en juego. Vincenzo Montella, por su parte, no se guardó absolutamente nada… a excepción de Baris Yilmaz. Su lugar en banda derecha estaba ocupado por Oguz Aydin.
El monopolio de la posesión fue absolutoy el encuentro sólo se disputó en la mitad de campo defendido por Bulgaria. Ahora bien, más allá de un remate de cabeza de Bardakci tras un saque de esquina, a Turquía le costó comenzar bastante a generar ocasiones sobre la portería defendida por un Dimitar Mitov que se 'comió' un 'set' en el partido de ida.
Poco a poco, Calhanoglu y Güler comenzaron a meterle ritmo a las circulaciones de Turquía. Pero, a diferencia de lo que viene siendo habitual cuando se enfunda la camiseta del combinado nacional, Fue Yildiz quien comenzó a mostrarse como un elemento incontrolable. partiendo desde el sector izquierdo. De sus pies nació la primera gran oportunidad de los otomanos tras desbordar por banda y ceder atrás a un Aktürkoglu que cruzó en exceso. su disparo.
Turquía siguió 'carburando' y, pasado el primer cuarto de hora, Petrov sacó una mano a pasear para taponar un lanzamiento de falta a carga de Calhanoglu que Nick Walsh no dudó a la hora de señalar el punto de penalti. El capitán de su selección, especialista consumado desde los once metros, Consideró la responsabilidad… y engañó con maestría a Mitov. El centrocampista del Inter suma 14 goles generados este curso entre club y selección.
Una vez cayó el gol, Turquía se liberó consciente de que estaba cumpliendo con su parte del trato. para retrasar el pase de una España que se estaba 'paseando' en Georgia. Eso sí, poco después de haber puesto por delante, Aktürkoglu se llevó las manos a la cabeza con la parada que le sacó Mitov tras una gran maniobra en el balcón del área.
A diferencia que en partidos anteriores, donde la anarquía corría por sus venas, el bloque turco se mostró francamente aplicado a la hora de trabajar sin balón e impedir que Bulgaria les pillase al contragolpe. Ahora bien, tras un inocente disparo de Güler desde la frontal, a Turquía le faltó 'colmillo' para duplicar la ventaja antes del descanso. Mitov, eso sí, volvió a desesperar a Aktürkoglu tras otra acción individual brillante de Yildiz.
A pesar de que Montella se vio forzada a dejar a Demiral en el vestuario Tras acabar el primer acto con molestias, el guion del encuentro continuó siendo exactamente el mismo. Aktürkoglu, sin embargo, volvió a evidenciar que estaba peleado consigo mismo tras conectar dos 'cabezazos' bastante deficientes desde el interior del área.
Todo parecía bajo control… hasta que Rusev se sacó un 'zapatazo' desde su casa que se estrelló contra la madera. y dejó helado a todo el Timsah Arena. Bulgaria había sacado los dientes y, mientras tanto, Yildiz -a pase de Güler- perdonó el 2-0 en el 66' tras 'romper' a Georgiev.
El marcador era corto y cualquier resultado que no fuese ganar rompía cualquier tipo de esperanza por parte de Turquía de cara a la última jornada… por improbable que sea. Rusev se volvió incomodar a un Cakir que tuvo que desviar a esquina. Pero, a poco más de 10' para el final, respiraron con el fortuito gol en propia de Chernev tras una falta lateral botada por Calhanoglu para terminar de sellar el triunfo.
