
Tras el tembladeral político que dejó a Gerardo Werthein fuera del esquema libertario, algunas publicaciones polémicas del flamante canciller, Pablo Quirno, salieron a la luz. En viejos tuits, relativizó el reclamo argentino por Malvinas, generando la polémica tras su designación realizada por el presidente, Javier Milei. El hombre de absoluta confianza del ministro de EconomíaLuis “Toto” Caputo, puso en duda su compromiso con la causa Malvinas. En uno de los posteos, publicado el 12 de marzo de 2013, Quirno escribió: “¿Y si el referéndum que hicieron en Malvinas lo hacemos aquí? ¿Tendría un resultado diferente?”, cuestionando el apoyo entre los argentinos en relación al histórico reclamo de soberanía sobre las islas.
No fue la única publicación sobre el tema. Un año después, el ahora canciller cruzó al excandidato José Luis Espert y escribió: “Ir a la ONU por los buitres es lo mismo que ir por la Malvinas… declaraciones obtendremos, pero definiciones o cambios, NO”.Las declaraciones resurgen en un contexto atravesado por la crisis política y económica que ponen la disputa del poder libertario en el centro de la escena. El hombre estrechamente ligado al ministro de Economía, se apresta a asumir el control del ministerio de Relaciones Exteriores y Culto argentino.. Ahora responsable del área que se encarga de representar al país en foros internacionales donde la Argentina lleva adelante el reclamo soberano sobre las Islas Malvinas. Desde su nuevo rol, además, será Quirno quien maneje las relaciones con los principales socios comerciales del país y con organismos multilaterales de crédito.
Las viejas publicaciones del nuevo canciller generaron incomodidad en un gobierno que intenta proyectar una imagen de firmeza en política exterior. En el pasado reciente, Javier Milei había sostenido que la cuestión Malvinas debía resolverse “por medios diplomáticos y sin consignas vacías”, una posición que muchos interpretaron como un enfriamiento del reclamo histórico.
Con este trasfondo, las antiguas palabras del flamante canciller —equiparando el reclamo por Malvinas con una pérdida de tiempo en la Organización de las Naciones Unidas— vuelven a escena justo cuando su firma deberá aparecer al pie de los documentos oficiales que sostienen la soberanía. argentina sobre el archipiélago.
La llegada de Quirno al gabinete, al parecer, ubicó triunfante en la pulsada interna a los Caputo. Uno tiene la lapicera y el otro la caja, dicen por lo bajo algunos asesores. Werthein se fue de sus funciones con disgusto y señalando el doble comando operado por Santiago Caputo durante el viaje a Estados Unidos.
Hasta hoy, Quirno asumió el rol de secretario de Finanzas y hombre de confianza de Luis “Toto” Caputo. Con su nombramiento como flamante ministro, tras la salida del empresario Gerardo Werthein, el Presidente le entregó la política exterior al Ministerio de Economía. En la danza de nombres del oficialismo aparecieron otros candidatos, y hasta se especuló con la mudanza de Guillermo Francos de la jefatura de Gabinete a la cancillería, pero Quirno no apareció entre las primeras opciones posibles. La sorpresa fue para propios y ajenos a las filas de los Caputo, que suman alfiles de confianza para el manejo de la lapicera libertaria.
En JP Morgan, Quirno fue director para América Latina desde el año 1999 hasta el 2016. Pero él y Caputo no son los únicos funcionarios que tienen sus raíces en ese banco. Ya se cuentan seis ejecutivos de JP Morgan ocupando asientos significativos dentro del gobierno: Caputo, José Luis Daza, Santiago Bausili, Vladimir Werning, Demian Reidel y ahora el nuevo canciller. Caputo suma bajo su control a Economía, el Banco Central, YPF y ahora Relaciones Exteriores.




